Reynosa, Tamaulipas.-Si para los cabilderos de las empresas “Coca-Cola”, “Bimbo” y “Sabritas” hubo en algún momento esperanza de que el gravamen del 5% a sus productos aprobado por los diputados no prosperara o al menos fuera reducido, al final los senadores no solamente fueron implacables, si no que además se enseñaron al elevar el gravamen a un 8% a partir del 1 de enero de 2014.
El impuesto no solo fue despiadado hacia ellos, si no que los puso contra la pared, pues se estableció un artículo transitorio que deja abierta la posibilidad de analizar el impacto en el alza fiscal y en caso de ser necesario ajustarlo o aplicar otras medidas para lograr una baja en el consumo de la llamada comida “chatarra” por parte de los mexicanos.
El argumento del gobierno federal de culpar el consumo elevado de refrescos y productos elaborados a base de harinas y azucares, pesó en el ánimo de los senadores que promovieron una modificación al gravamen del 5% y lo subieron a 8% a partir del próximo año.
La medida fiscal aplicará en la compra de refrescos a partir de un litro, así como para todos los productos como panes azucarados y empaquetados, yogurt, helados, paletas, chicles, botanas, etc.
