Cambio en el PRI

Todo tiempo llega a su límite y el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional ha lanzado ya la convocatoria para la renovación que tendrá lugar en Tamaulipas, luego de la renuncia del diputado Ramiro Ramos Salinas, quien en un acto congruente con sus principios dejó la dirigencia para no tener nada que estorbe su función de legislador, y no decimos que estorbe en mal plan, sino que estará dedicado a una sola actividad, como debieran hacer muchos más.
Al salir Ramos, tomó la dirigencia interina Amelia Alejandrina Vitales Rodríguez, quien ha estado al frente de las actividades del tricolor; ahora da paso a la renovación que tendrá lugar de acuerdo al documento que circula entre los militantes de ese partido, y que seguramente tendrá muchos comentarios al respecto, de toda índole.
Hay quienes piensan que deben llegar por ser amigos de alguien o porque tienen muchos años en el PRI, sin embargo, será el venidero un proceso interesante por los tiempos que vive el país y la forma en que tiene que consolidar el partido del Presidente Peña Nieto su postura y posición actual: o refrendar o apretar la marcha, en aras de seguir gobernando a una nación que requiere cambios estructurales.
En Tamaulipas la opinión pública considera que hay más priismo que de otras fuerzas, sin embargo, los resultados últimos han dejado algunos signos de preocupación, sobre todo, en las elecciones federales, donde hubo descalabros que pusieron a trabajar extra a los operadores políticos.
Somos de la idea de que un instituto político debe hacer campaña en forma permanente, a través de sus militantes en los cargos de elección popular, quienes son los responsables que haya o no votos, que haya o no confianza.
El asunto es que ya los cuadros políticos están trabajando en aras de convencer, y como suele suceder en estos momentos, hay muchos rumores, comentarios y chismes sobre uno u otro, una u otra, y los que creen merecerlo todo quieren hacer valer esos argumentos.
Hay que destacar que el PRI en los últimos años en Tamaulipas no ha tenido esos conflictos de antaño, en los que, pese a la disciplina que impera casi siempre, había los típicos “jaloneos”.
¿Quién será quien dirija al PRI tamaulipeco?
Los nombres, seguramente el lector los conoce porque se están manejando desde hace varios días o semanas, y la estructura que tome las riendas seguramente trabajará de la mano con el plan de acción que se han impuesto desde que comenzaron los nuevos tiempos del tricolor.
Convertirán su labor en una permanente gestoría a favor de la ciudadanía, porque, finalmente, quien toma las decisiones muchas veces en la cúpula es una sola persona o grupo, pero quien les lleva al poder, o se los quita, es cada una de esas personas que con su credencial de elector salen a emitir su opinión a través de los comicios.
Es a los que hay que convencer de que se está haciendo una buena labor, y eso se logra con acciones.
Es donde el PRI debe exigir a todos sus militantes ubicados en las áreas de administración pública y la política el ser congruentes con sus postulados, con sus planes y proyectos y buscar que la dirigencia que viene tenga la certeza de que se ha logrado trabajar suficientemente como para aspirar a un triunfo rotundo.
De hecho, todos los partidos políticos debieran buscar eso: triunfos completos y no solamente aspirar a conservar el registro.
La situación se torna interesante, y veremos en estos días lo que surgirá en aras de que se renueve el CDE tricolor de tierra cueruda, pues.
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