El viernes 29 de noviembre el cabildo de Nuevo Laredo aprobó lo que se conoce como Presupuesto de Egresos para el próximo año, y que raya en la fantástica cantidad de dos mil 466 millones 771 mil 803 pesos, cantidad que nunca antes había tenido ni tiene un municipio de Tamaulipas.
Esto quiere decir que cada mes el gobierno de esta ciudad dispondrá de 205 millones 564 mil 316 pesos para obras, programas, proyectos, y todo tipo acciones y actividades que sean de beneficio para la sociedad.
Pero quisiera saber cómo este gobierno gastará tan elevada cantidad de dinero, y como justificará dicho gasto con las actividades que realice, ya que dicho presupuesto coloca a esta ciudad como la más privilegiada de Tamaulipas, en cuanto a dinero se refiere.
Y es que Nuevo Laredo maneja un presupuesto similar al que pueden ejercer entre 20 y 25 municipios de la entidad, al estar por encima incluso de Reynosa, que tendrá un presupuesto de mil 400 millones de pesos; de Matamoros, cuyo presupuesto será de mil 100 millones, y el de Tampico, que tendrá 800 millones de pesos para gastar el próximo año.
Los gobiernos priistas manejaron tan a su medida los presupuestos trienales, que nunca supimos los periodistas cuánto dinero en realidad se aplicó, y cuanto se ‘esfumó’ por obra y gracia de la ausencia de trasparencia en el manejo de dichos recursos.
En este gobierno panista se habla de que las cosas cambiarán y que la transparencia será su sello, sin embargo, hasta el momento no hemos visto tal cosa. ¿Será tal vez que apenas suman dos meses de gobierno y ya queremos resultados?
No lo creo, porque la transparencia inicia desde el primer minuto de cualquier gobierno, cuando la quiere poner en práctica, esperemos entonces a que transcurran los primeros 100 días de gobierno, y veremos si en realidad la transparencia en el manejo de los recursos, y en su aplicación en obras contundentes y sin maquillar, serán la materia prima d esta administración.
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En el PRI de Tamaulipas aún no hay dirigente, pese a que algunos sectores de ese partido han ‘filtrado’ como información, que la designación pudiera estar entre Rafael González Benavidez, quien me enteré de que es hijo del polémico dirigente de la CTM de Reynosa, Agapito González, quien junto con Pedro Pérez Ibarra de Nuevo Laredo, hicieron en Tamaulipas lo que quisieron.
Pero bueno, ese es otro tema, ya que el que ataña en mis comentarios es el de la convocatoria que el jueves por la noche salió publicada para que en el PRI estatal se elija cuanto antes al nuevo dirigente.
No sé si dicha convocatoria esté en tiempo y en forma, pero lo que sí sé es que al PRI le urge pero ya, estrenar dirigente para enderezar el rumbo tan torcido que lleva, ante la falta de liderazgo, de rumbo, de brújula, y de hombres capaces para unir en torno a un solo proyecto, a las dispersas fuerzas políticas que desde antes de las elecciones de julio de este año, carecían de rumbo.
Una vez que se dé a conocer el nombre del nuevo dirigente estatal, es claro que en Nuevo Laredo habrá de salir José Ramos Zapata de la dirigencia, quien debido a su inexperiencia en la política, perdió completamente el rumbo en las lides políticas, por lo que es urgente que haya remoción y se nombre a un personaje más capaz.
Pero ocurre que en esta ciudad tampoco hay un priista que enderece el rumbo a ese partido, y los que hay están tan quemados, que nadie votaría por ellos. Se habla de varios personajes de la política dentro de ese partido, pero debido a que no hallan al adecuado, la convocatoria se ha pospuesto de manera indefinida, lo que sigue arrastrando hasta el fondo al PRI.
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Una medida muy inteligente y oportuna es la que el presidente municipal Carlos Cantúrosas dio a conocer durante la sesión de cabildo de este viernes 29 de noviembre, Se trata de algo que se había viciado tanto en las administraciones anteriores, que era urgente que se le diera solución, y es el asunto de las becas.
Seguirán otorgándose a los estudiantes, pero ahora con la modalidad de que serán menos los estudiantes que las recibirán, ya que de acuerdo a sus méritos dentro del salón de clases, serán seleccionados para obtener una beca por un monto superior al que se ofreció antes.
Es que antes eran 30 millones de pesos para 15 mil alumnos, y cada uno recibía algo así como 200 a 500 pesos mensuales, dinero que no les alcanzaba ni para los camiones rumbo a la escuela; ahora el alcalde aumentará esa cantidad, la que deberá alcanzar y sobre todo, motivar a los estudiantes a seguir por el camino de la educación.
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Hasta mañana
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