Hemos comentado hace unos días sobre el acontecimiento del fin de semana que es al informe del ingeniero José María Leal Gutiérrez, rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en el cuarto año del segundo período, y de la toma de posesión del maestro Enrique Etienne Pérez Del Río, quien a partir de este viernes toma el cargo.
Dentro de la comunidad universitaria hay expectativas interesantes: por una parte, hay un profundo agradecimiento a “Chema” por los años que estuvo al frente de la UAT y lo que se pudo crecer en todos aspectos, destacando el académico, y del que dimos cuenta en entrevista que hicimos hace unos días.
En ese sentido, deja una Universidad bien plantada, con buena infraestructura –siempre hará falta más- y con un prestigio que no únicamente hay qe mantener, sino mejorar como se ha hecho a través de los años.
Y Etienne Pérez Del Río recibe una Alma Mater que conoce por estar vinculado a ella desde hace 4 décadas, y haber ocupado ya algunas posiciones estratégicas que le permitirán conocer y mejorar lo mejorable.
Etienne vivió los tiempos del porrismo, aquel que tanto daño hizo a la UAT y que ha sido desterrado, aunque haya algunos vestigios de esos enfermizos líderes que siguen robando esfuerzos a los universitarios.
Recibirá una Universidad ávida de mayores apoyos para la investigación a través de instancias estatales y federales así como propias; recibirá una Universidad que quiere crecer y exigir a sus maestros más profesionalismo… a cambio de mayores apoyos en todos sentidos, de parte de la propia UAT y de los directores de cada Unidad Académica.
Muchos universitarios pedirán a partir de la fecha que el rector Etienne acabe con esos grupos pseudo-políticos que aún sobreviven, porque ya están en proceso de desaparición -afortunadamente- pero mientras siguen ahí, patalean y dan coletazos.
Pedirá a todos, sin excepción, un manejo escrupuloso de los recursos de nuestra Universidad, y seguramente pondrá a alguien de Contraloría a investigar qué sucedió con los presentes que mandó la rectoría a los profesores y no llegaron a su destino, siendo hoy en día, muchos de éstos, disfrutados por muchachos que no estudian pero sí se dedican a la grilla, ante la complicidad y complacencia de las direcciones de Unidades.
También pedirá la revisión de la entrega de aquellas chamarras que envió a través del SUTAUAT –en diciembre pasado- y que fueron entregadas a ese grupúsculo de vividores de una única Unidad donde se dan cosas “raras” hoy en día.
Investigará, por ejemplo, y con toda certeza porque es un hombre honesto y recto, dónde muchachos de esa escuela hacen sus prácticas y servicio social, y seguramente no validará a aquellos que son tomados como empleados gratuitos en negocios de directivos que usan a sus alumnos para beneficio personal.
Pero lo más importante, el rector Etienne garantizará el crecimiento académico y exigirá a todos los miembros de la comunidad académica e investigadora una mayor cantidad de resultados, y seguramente, buscará la manera de encontrar los alicientes necesarios.
Es una persona honesta y no se prestará a muchas cosas que han sobrevivido a las administraciones pasadas, y que siguen enquistadas en los cargos –y chequeras- de ciertas Unidades que hay que limpiar, con energía, fuerza y todo el peso de la ley.
Ofrecerá a los muchachos tamaulipecos una Universidad congruente con los nuevos tiempos y gestionará con el gobierno estatal y federal mayor cantidad de recursos para seguir estando al día en tecnología y desarrollo, vinculando aún más a los universitarios en el progreso del estado. De ello estamos seguros.
Y no permitirá que quien denuncia actos incongruentes sea objeto de represalias, como es el temor actual de muchos.