El nido de los grillos

RELATO 1.-De pronto, arribó a aquel lugar un señor regordete, algo calvo y de piel rosada con puro en la mano y, de inmediato, todos los comensales concentraron su atención en él, como a él le agrada.
Llego acompañado por su sobrino, un jovencillo de carita pícara que repartía sonrisas y saludos, porque sabe que cualquier lugar es ideal para conquistar simpatizantes y votos para el PRI en Ciudad Victoria.
El señor ignoró un letrero colocado en la pared que prohibía fumar y avanzó entre las mesas hasta llegar a un rincón donde lo esperaban personajes que brillaron durante el gobierno de Manuel Cavazos Lerma y que aun se resisten a morir políticamente inspirados en un proyecto que se antoja por demás confuso.
Entre ellos, figuraban seis ex presidentes municipales de Tamaulipas que fueron apoyados por Cavazos Lerma y tres de sus famosas cartas como lo son Eliseo Castillo Tejeda, Homar Zamorano y Luis Enrique Rodríguez “El Pipo”, según a los que logro identificar un comensal que peca de indiscreto y que acostumbra degustar los manjares que ofrece un restaurante nuevo ubicado por la salida a Matamoros.
De acuerdo al comensal, estos connotados personajes se reúnen regularmente y ruidosamente para grillar en ese lugar, dónde el señor del puro dicta instrucciones, da sugerencias y les habla claro sobre un proyecto futurista que apunta hacia la candidatura a la gubernatura de Tamaulipas.
Y lo dibujó de pies a cabeza y lo identificó, porque dice que la figura de Enrique Cárdenas del Avellano, diputado federal priísta, es inconfundible, al igual que la de su sobrino, José Cárdenas Castillejas, líder municipal del tricolor en Ciudad Victoria.
Pero el comensal se declara confundido, porque sabe que la amistad entre la familia Cárdenas y Cavazos Lerma nunca estuvo en su más alto nivel por las circunstancias que sean, aunque está consciente de que en política se vale de todo, ya que hasta la dignidad se pone en entredicho.
El asunto es que-según siempre la misma fuente- esas reuniones en el lugar se hacen cotidianamente y no se habla de otra cosa más que de ese proyecto futurista, que por supuesto no sería del agrado de quien manda en Tamaulipas.
Del sobrino se entiende, porque fue excluido de la repartición de diputaciones locales que se jugaron recientemente en Tamaulipas, aunque de su cabecita calenturienta no aparta el sueño locotrón de convertirse en alcalde de Ciudad Victoria.
Pero de Enrique, a quién se le ha servido todo en charola de plata, políticamente hablando, eso huele mal, porque había declarado que esperaría hasta el 2015 para hacer grilla.
Ahí queda el dato y los nombres de estos personajes tan avorazados.
Sobre todo de el señor, del puro.
RELATO 2.- Bueno, fue el debut del amigo Jaime Salvador Amaro Castillo, como Presidente de la Comisión Estatal de Procesos Internos del PRI en Tamaulipas, un personaje que se condujo con discreción y propiedad durante el registro de Rafael González Benavides y Aída Zulema Flores Peña, como líder estatal y secretaria general del instituto político.
Jaime Salvador le empieza a tomar sabor a la política, la que cada vez más le penetra por los poros y se nota que no se siente nada incómodo cuando la militancia lo reconoce y lo recibe con aplausos, como se hace con la sangre fresca del PRI que tiene mucho que aportar para que el partido retenga el privilegiado lugar número uno en esta entidad.
Y dio gusto, agradó, saludar a personajes que reaparecieron en el escenario político como Juan Alonso Camarillo, Héctor López González, Librado Treviño y los que se están vigentes y que son leales al tricolor como Heriberto Ruiz Tijerina, Blanca Valles, Gustavo Torres Salinas, Alejandro Etienne y funcionarios como Jorge Abrego, Mónica González, Homero de la Garza y Jesús Alberto Palomo, quienes aprovecharon el domingazo para reencontrarse con los amigos.
Reapareció, también, Marta Patricia Castro Granados, quién se dice que se perfila como la responsable de prensa del PRI -Tamaulipas.
Suerte a Don Rafael y a Aída Zulema.
Porque la pelea que se avecina con miras al 2015.
Se antoja titánica y encarnizada.