Gala navideña

Con el período de navidad en puerta, todos nos preparamos para los días de asueto y reconciliación, de reunión familiar y con los seres queridos. Navidad, como comentábamos hace unos días, es un período especial para mucha gente, porque se presenta la oportunidad de reencontrarse con afectos y seres queridos, con los recuerdos y la familia.
Es la navidad un buen pretexto para convivir con los nuestros, y es también una buena oportunidad para reflexionar sobre los proyectos que habremos de llevar a cabo en el próximo 2014, año que tiene muchas expectativas para un grupo importante, por ejemplo, de universitarios que se incorporarán al equipo de trabajo del maestro Enrique Etienne Pérez Del Río, rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, y quien seguramente hará ajustes en la estructura universitaria, en aras de mejorar lo que ya se ha hecho.
Siempre, lo sabemos, habrá oportunidad de crecer, de mejorar… de hacer más bien las cosas, porque siempre existe la posibilidad de crecer. Nada hay que esté totalmente acabado, y más cuando se habla de investigación, docencia y vinculación con la sociedad, que es una de las preocupaciones fundamentales del rector Etienne, quien conocer perfectamente los alcances sociales que puede tener la UAT.
Por otra parte, los ayuntamientos están ya ajustando planes para arrancar el 2014 con nuevos derroteros, nuevos bríos, nuevos proyectos. Habrá seguramente programas muy ambiciosos de obras y demás, que tendrán su base en los planes municipales de desarrollo, apoyados, por consecuencia, con los gobiernos estatal y federal.
Hay buenas cosas que muchos esperamos: queremos ver mejor a nuestra entidad y nuestra ciudad; queremos alcanzar mejores niveles de bienestar y eso resulta fundamental para poder llevar a cabo un plan de gobierno adecuado.
En el ámbito social, también habrá aspectos que tendrán que replantearse y mejorar, al igual que en el político, deportivo y todos los rubros donde el ser humano interviene.
Son días de reflexión, y de gala, como comentábamos al principio: la ciudad luce ya sus galas navideñas con adornos luminosos en las principales calles, que nos remiten al ambiente decembrino clásico.
Ya los niños preparan sus cartas a Santa Claus y los Reyes Magos, y uno que otro servidor público espera que se lleve a cabo el milagro de mejorar en sus condiciones laborales, igual que cientos –miles- de tamaulipecos que buscan incorporarse al mercado laboral, restringido por situaciones diversas y que tiene a muchos de nuestros hijos en paro, sin poder tener sustento emanado de sus ingresos propios, y que resulta ser una preocupación mayúscula para ellos y los padres, quienes, seguramente, tuvieron años de preocupación y gastos para que sus hijos tuvieran las herramientas necesarias…
…No fue así: no llegaron a tener lo que pretendieron, y hoy en día se suman a los millones de mexicanos sin ingreso.
Pero la Navidad nos ofrece reflexionar sobre lo que hemos hecho cada uno de nosotros. Un ejercicio interesante podría ser el elaborar en un trozo de papel, una lista de lo que ya se ha convertido en parte de nuestra historia, para anotar al frente de esta lista lo que queremos que sea realidad ahora que inicie el año nuevo.
Los comerciantes se preparan para hacer frente a la gran demanda que habrá seguramente en las calles, de esos mares de gente que va a buscar el regalo para los seres queridos, y para dejar un poco –o mucho- de su aguinaldo en cada uno de los negocios locales.
Hay mucho, pues, que pensar para esta Navidad; lo interesante será ver que se haga realidad, con el esfuerzo de cada uno de nosotros.
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