Reynosa, Tamaulipas.-Un año ha pasado desde que la cantante Jenni Rivera perdiera la vida en un accidente aéreo ocurrido en la sierra de Nuevo Leon, después de que la intérprete actuara en la Arena Monterrey.
Convertida a su muerte en un objeto pagano de adoración, en las redes sociales abundan los comentarios hipotéticos que surgen arrancados de la negación ante la tragedia, de aceptar la muerte del ídolo que para ellos era la cantante grupera Jenny Rivera.
Es una especie de mantra que se repite cuando la negación tajante de la muerte del ídolo, se atribuye a un deseo de desaparecer de la vida pública, hastiados del asedio de sus admiradores o explotación de sus empresas. Así ocurrió en su momento con Elvis, John Lennon, Jim Morrison, Janis Joplin, etc.
En las redes sociales a las cuales la artista fue prolífica en sus particiones y generosa en ventilar sin cortapisas con sus fans aspectos de su vida privada, temores, inquietudes, alegrías y desavenencias personales, se erige una andamiaje en su entorno, en donde como en otras historias se desvela el halo de la conspiración, el complot urdido e incluso la trama a cargo de la misma cantante para desaparecer de la vida pública.
Lo mismo se habla de una Jenny Rivera que pudo haber sido blanco de una conjura de la delincuencia para perjudicarla o igual de una decisión asumida por ella misma para abandonar su carrera hastiada de tantos problemas y confrontaciones a causa de sus decepciones amorosas.
Estratagemas como que la artista urdió su desaparición, que no abordó el jet desplomado en la serranía de Nuevo Leon que esta secuestrada que no murió, son tan solo parte de los mitos que se han construido como en su momento los vivieron otros celebres del espectáculo como: Pedro Infante, Elvis, James Deán, etc.
Hubo quienes en una gala de creatividad elaboraron falsos mensajes escritos por Jenny Rivera en su cuenta personal de “Twitter”, en donde presuntamente la cantante revela haber sobrevivido al accidente aéreo y se encuentra extraviada en la sierra neolonés.
En fin, se abona el terreno del mito que ha iniciado desde el primer momento en que sus fans perdieron contacto con la vida de su ídolo.
