Con la llegada de las navidades y fechas decembrinas, el comercio organizado de la entidad ha dispuesto una serie de estrategias tendientes a recuperar las pérdidas ocasionadas por la recesión económica que durante 2013 nos ha venido afectando a todos.
Como suele suceder, el centro de la ciudad se encuentra a toda hora pleno de gente y vehículos: el tráfico humano y vial se incrementa considerablemente, y surgen los embotellamientos que resultan altamente molestos; la falta de comprensión hacia los demás de los que manejamos ocasiona un tráfico impresionante, y el hecho de no pensar en los otros propicia que haya vehículos en las esquinas, en doble o hasta triple fila y esas cosas que no son nada gratas.
Aunado a ello, algunos malos comerciantes se empeñan en sacar bancos y otros objetos para volquear los pocos sitios para estacionarse que existen, inclusive, cuando se tiene que pagar en los parquímetros por este derecho que, aunque no lo consideramos justo ni lógico, existe y es parte de las tributaciones a la autoridad y hay que entenderlo o al menos respetarlo.
Ofertas de toda índole podemos ver en los aparadores y las calles de Victoria, pensando en que algunos de nosotros dejemos esa parte de agüinado que ellos buscan hacer llegar a sus cuentas.
La recomendación de la Procuraduría Federal del Consumidor, en voz de su delegado Felipe Garza Narváez es que tengamos cuidado en la elección de los productos que pretendemos comprar.
Los hijos quieren muchas cosas y nosotros estamos pensando en qué comprar, cómo hacer rendir el dinero para que tengan una navidad agradable con artículos que necesitan y que desean. Sin embargo, y todos lo sabemos, hay mucho en el mercado que no tiene la calidad necesaria: los productos provenientes del gigante de Oriente –China- carecen de la calidad mínima para responder a nuestras necesidades o gustos, y se torna necesario hacer una minuciosa revisión de los mismos.
Mucho hay que pensar en la forma en que gastaremos los aguinaldos que, de por sí, no son muy extensos en cuanto a cantidades de dinero, más porque es un derecho que nos hemos ganado a través de un año de trabajo y esfuerzo.
Nadie dice que no se compren cosas; hay quien espera estos tiempos para adquirir aquel producto que anhelaba meses atrás, o para satisfacer a los miembros de la familia.
Dice el doctor Garza Narváez que es importante verificar la procedencia, la calidad, precios y todo lo que se refiere a una compra que tenemos que hacer y que finalmente será en lo que se gaste nuestro dinero.
Vale la pena salir a caminar por la calle Hidalgo y arterias aledañas, ver muchas cosas, comparar, pensar bien en lo que gastaremos, pero sobre todo, en tratar de ser solidarios con el comercio local que, finalmente, es parte de nosotros, de nuestra gente, y el dinero que se gasta en los comercios locales se queda en Victoria, da vuelta y se invierte en nosotros mismos.
Volviendo con los productos, cheque usted bien lo que va a comprar y pida los comprobantes necesarios que garanticen el que si no es de nuestro agrado o no tiene la calidad anunciada, pueda hacerse una reclamación o una devolución inclusive, porque es parte de nuestros derechos como consumidores.
En lo que se refiere a la cena de la Noche Buena, habrá que ser cuidadosos también y ver la manera de que sea lo que todos queremos, que se gaste lo necesario y sea parte de un festejo y no un sacrificio. Hoy en día, muchos negocios ofrecen cenas completas que nos evitan mucho trabajo y nos permiten concentrarnos más en la convivencia y esas cosas que llaman a la reflexión.
Hacemos el llamado a quien viene de lejos para que disfrute a su familia; a los que estamos aquí, para que también, de la misma forma, disfrutemos a los nuestros al máximo.
Son tiempos que hay que recordar por lo bueno. Hagamos lo necesario para lograrlo.