Pocos lugares, pero un buen ambiente. Muchos servidores públicos acostumbran hacer convivios cono motivo de las fiestas decembrinas. Claro está que no todos somos invitados a éstos, o solamente ciertos personajes hacen la respectiva exhortación para asistir.
Lo mejor que puede uno tener en este tipo de convivios, sin duda alguna, no es la cantidad de regalos que rifan entre los asistentes y que se fundamentan en electrodomésticos y uno que otro equipo que bien puede servir para hacer mejor nuestro trabajo: grabadoras, computadoras, tabletas o cámaras fotográficas. No.
Lo mejor de todo esto, sin duda alguna, es la oportunidad que nos ofrecen las fiestas decembrinas de convivir con nuestros colegas: reporteros, columnistas, fotógrafos y uno que otro directivo de medios son los que asisten a estos convivios.
Sinceramente, nos da muchísimo gusto estrechar la mano de alguno de ellos que durante casi un año no vemos por la diversidad que implica el ejercicio periodístico, aunado a las actividades personales de todos nosotros. Los amigos y colegas están ahí, dispuestos a regalarnos un apretón de manos, un abrazo… o un chascarrillo, a veces de mal gusto, pero en otras ocasiones, ocurrente que permite a los que ahí estamos reír un poco más, a costillas de los compañeros.
En la semana que termina tuvimos oportunidad de convivir con los colegas a invitación del gobernador Egidio Torre Cantú y el licenciado Guillermo Martínez, en la tradicional fiesta decembrina que encabeza el titular del Ejecutivo, y que nos ofrece un mensaje propio de la fecha.
Hubo muy buen ambiente, camaradería y sobre todo, para algunos, hubo nota, porque dijo ahí ETC que habría cambios en su gabinete, poniendo a pensar a todos los politólogos sobre los cargos que ocuparían algunos ex alcaldes, entre ellos, el de Victoria, Miguel González Salum, cuya capacidad es de todos conocida y seguramente tendrá la oportunidad de servir a los tamaulipecos en otra posición estratégica, dada su calidad humana y profesional.
Por otra parte, el diputado Ramiro Ramos Salinas ofreció el convivio de navidad, a convocatoria del colega José Luis Castillo, titular de prensa en el Congreso del Estado.
Sinceramente, hemos tenido muy buenas opciones para convivir y eso no t tiene precio.
Pero para prácticamente todos nosotros el mejor regalo es y será, sin duda alguna, el hecho de poder estar unos días más tranquilos, con menos flujo de información y muchos de nosotros de vacaciones, aunque la verdad sea dicha, los periodistas difícilmente dejamos de observar noticias o escuchar lo que se dice, se hace y lo que sucede.
El mejor regalo es el hecho de poder estar con los hijos y la familia; la oportunidad maravillosa que la vida nos ofrece para encontrarnos con minutos u horas de calidad con ellos, saber qué quieren como regalo o como inquietud, como apoyo o como capricho, resultan importantes: son los hijos, la familia, lo mejor que podemos tener, y se convierten en el mejor regalo que pudiéramos tener cualquiera de nosotros, periodistas o no.
Los individuos por cuestiones laborales y profesionales en general tenemos cada vez menos tiempo para convivir, y desgraciadamente, mucho de éste lo pasamos frente a los teléfonos “inteligentes” que no tienen nada de ello, porque nos roban la atención de los nuestros.
Hoy, en los días previos a la navidad, tenemos la oportunidad y hay que aprovecharla: escuchar a los nuestros, estar con ellos, convivir de una manera más directa se convierte en la mejor opción que la vida nos puede regalar.
Somos convencidos de que el tiempo que pasamos con los hijos es el mejor invertido de nuestras vidas. Aprovechemos al máximo este agasajo que la vida y el Supremo Creador nos ofrecen.
Regalémonos el tiempo valioso de estar con ellos, que lo disfrutaremos y recordaremos toda la vida.
