El comercio: a toda navidad

Conforme se acerca la fecha comercial y religiosamente hablando más importante del año, el comercio organizado se prepara para recabar lo que no pudo hacer durante el año que concluye: la derrama económica decembrina es muy importante para todos, pero los comerciantes saben que es la oportunidad dorada de hacer lo que no pudieron: llenar un poco sus chequeras y alcancías, ante la severa crisis que vivimos en el país y el mundo.

Es un tiempo en el que hay dinero de más: los aguinaldos circulan por las calles, en las carteras de todos, y tienen destino final: los comercios, toda vez que durante el año nos privamos de muchas cosas, hoy, con el poco dinero que llega de más, buscamos la manera de satisfacer algún capricho, gusto o necesidad, tanto propia como de los nuestros, en aras de tener buenos momentos en ese rubro.

Vivimos al día casi todos: los pobres cada vez se cuentan por mayor número, los ricos también, pero los “clasemedieros”, los que sostienen la economía de una nación somos menos, mucho menos, porque no san apretado en formas por demás miserables, y pretenden que cada vez paguemos más tributo a cambio de malos servicios y bienestar oficial.

Pero los comerciantes, esos hombres que arriesgan su dinero a diario comprando mercancías esperanzados en que puedan revenderlas a gente como cualquiera de nosotros, están que no saben qué hacer: meter ofertas extraordinarias o dejar que fluya la gente en forma normal, esperando dejen su dinero en la tienda nuestra.

Y bueno, pues nos hemos topado con muchas gangas y otras no tanto, pero se trata de satisfacer los gustos de los nuestros; en las tiendas de autoservicio vemos por ejemplo, los artículos más solicitados: pantallas de televisión, computadoras, electrodomésticos y esas cosas que, hoy en día, son difíciles de adquirir en tiempos normales, y entonces esperamos las navidades para darnos el gusto.

Estrategias comerciales vemos todos los días en todos los medios: ofertas y plazos sin intereses, por espacio de varios meses para pagar son algunos de los movimientos que experimentan los comerciantes, buscando como es natural, captar la mayor parte de los recursos que circulan por Victoria.

También hemos comentado que los cuerpos de seguridad están trabajando arduamente tratando de garantizarnos esa tranquilidad que merecemos y que se ha escapado. En la calle Hidalgo es muy notoria la presencia de elementos de todas las corporaciones, y los rondines de camionetas con soldados son cada vez más comunes.

¿qué recomendaríamos en este caso?

Hay que cuidar el dinero. Si se puede no gastar todo el aguinaldo, mucho mejor, para tener alguna suma que pudiera servirnos para imprevistos o comenzar a capitalizarnos buscando tener una vejez segura y sin dependencia de otros, aunque también es natural que queramos darnos gustos: lo merecemos y es muy justo que lo hagamos.

Nos comentan de la PROFECO que los operativos para cuidar la calidad y precios de los productos que se ofertan están a todo lo que dan, buscando, obviamente, que no nos tomen el pelo los malos comerciantes, y que tengamos certeza de lo que nos venden en cuanto a precio y calidad.

Quisiéramos recomendar a nuestros lectores tener cuidado en los gastos de la temporada, y prevenir cualquier cosa que pudiera llegar de repente: hay que ser cuidadosos con los dineros, pero más cuidadosos con nosotros y nuestra integridad.

Y bueno, pues hacer la famosa Carta a Santa Claus, esperando nuestros buenos deseos se vean cristalizados con algo de eso que soñamos, y que difícilmente podemos comprar con situaciones normales.

Queremos una buena navidad, y eso es responsabilidad de todos.

No nos queda más que pedir el cuidado necesario, prudencia y lo mejor para estas fiestas.

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