Reynosa, Tamaulipas.-Unos segundos antes de hacer la presentación de “Nacho” un hipopótamo joven de 2 años y 800 kilos de peso. El maestro de ceremonias inserta propaganda al espectáculo del circo “Atayde” y desliza la defensa ante la concurrencia: “Queremos informar que la empresa ha sido blanco de ataques de organismos defensores de los derechos de los animales, nosotros no damos maltrato ni violencia, queremos que nos ayuden a defender la tradición del circo y decir SI a la actuación de animales en los circos”.
Así, se cumple un episodio más de esa batalla que se libra desde hace muchos años en contra del uso de animales en espectáculos. El payaso “Tutifruti” estrella del circo “Atayde” que se encuentra de gira por Reynosa, sale del escenario y de inmediato entre las grandes cortinas de terciopelo rojo entra triunfal el enorme hipopótamo seguido de su domadora, una chica bella que inicia con las suertes del show.
El debate se aviva en la secrecía de la función circense, en donde se fija la postura a favor de la permanencia de animales en los espectáculos de entretenimiento, aunque la opinión de los críticos es por la liberación y ausencia de estos.
Los circos que han hecho escala en Reynosa desde hace al menos dos meses, traen consigo una amplia variedad de animales salvajes que son parte de sus shows: Tigres de bengala, guanacos, llamas, elefantes, monos, caballos, perros, camellos, dromedarios y aves diversas.
Todos los animales son parte del espectáculo y su presencia y participacion es esencial en las funciones que ofrecen al público, ávido de diversión, pero que ese mismo entretenimiento abre acalorados debates en torno a su explotación laboral y el hecho de vulnerar su dignidad y derecho a la libertad.
En el caso del circo “Atayde” cuenta con una buena colección de animales salvajes y desde la comodidad de sus funciones, alejados del escrutinio de críticos y medios de comunicación, ejercen su defensa y justificación a través de la propaganda que se entrega como parte de la función a los espectadores.
