Un grupo de voluntarios en Kiev realiza un trabajo de hormiga: reconstruyen minuciosamente diminutos pedazos de documentos triturados con la esperanza de descubrir casos de corrupción ocurridos durante el gobierno del derrocado presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich.
El escritorio de Dmytro Pynchuk -de once años de edad- está cubierto de tijeras y botes de pegamento. Él es diestro en el montaje de modelos complicados y con orgullo nos muestra sus aviones de papel y tanques de la Segunda Guerra Mundial.
Ahora, su experiencia está resultando útil, ya que él y sus padres ocupan su tiempo libre por las tardes y fines de semana en reconstruir documentos triturados.
Éstos pueden contener información sobre activos robados, cuentas en el extranjero, sobornos y otros secretos que nadie fuera del círculo del derrocado presidente de Ucrania debía ver.
Cuando Víctor Yanukóvich huyó de su finca palaciega en el norte de Kiev a mediados de febrero, su personal trató de deshacerse de decenas de miles de hojas de papel quemándolas, triturándolas o tirándolas en un lugar oculto.
Luego se encontraron documentos potencialmente incriminatorios en otras partes de la capital de Ucrania. Había varias cajas en la sauna del exfiscal general Víctor Pshonka y en un allanamiento en la casa del exministro de Energía, Eduard Stavytsky, se incautó otro alijo de documentos junto con casi 5 millones de dólares en efectivo, 48 kilos de barras de oro, relojes de lujo y joyas.
Los documentos encontrados en el agua se secan cuidadosamente, se escanean y se suben a un nuevo sitio web llamado “Yanukóvich Leaks” (filtraciones de Yanukóvich, en alusión a WikiLeaks). Pero los que fueron triturados necesitan ser rearmados con cuidado y poco a poco.
Los Pynchuk junto con decenas de voluntarios se reúnen en lugares secretos. Podrían estar pegando papel durante varios meses. Pero no les importa cuánto tiempo hará falta y están decididos a ayudar a periodistas de investigación, contadores y abogados a arrojar más luz sobre la forma en que se hacían negocios cuando Yanukóvich estaba en el poder.
La familia está plenamente comprometida con su complicado trabajo, aunque el joven Dmytro reconoce que puede ser un poco aburrido y le quita tiempo para tocar su guitarra.
Su padre, también llamado Dmytro, abre su computadora portátil para mostrarme un ejemplo del minucioso trabajo de la familia, que en ocasiones le da dolores de cabeza, dice. Parece más bien un collage abstracto: una fila tras otra de tiras estrechas de papel pegadas en una hoja de color. Las hojas se escanean y se pueden descifrar mediante un software especial.
“Como se puede ver las piezas son pequeñas, ¡como confeti!” dice Dmytro, que trabaja como consultor para una empresa internacional de tecnología en Kiev.
Sin embargo, a veces es posible distinguir firmas, algunos nombres y algunas palabras. Dmytro encontró un documento directamente relacionado con el expresidente: una lista de su colección privada de coches.
“Algunos de los modelos vintage -cinco o seis – fueron robados de nuestros estudios de cine nacionales”, dice. “Y ya sabes, nuestros padres nos educaron para no robar nunca nada, ni siquiera las cosas más pequeñas”.
Añade que por un lado la codicia del expresidente es tan escandalosa que es casi graciosa. Pero luego la califica de “estúpida y repugnante”.
Fuente:
BBC.co.uk