Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Luego que protección terminó con el conteo de los daños ocasionados por fenómeno meteorológico ocurrido el viernes por la tarde, Ulises Ochoa, titular de la corporación, dijo que fueron 82 árboles caídos, 45 cables de energía caídos, además de más de 60 atenciones a conductores cuyos vehículos quedaron varados por la lluvia.
Dijo el funcionario que en el momento en que la temperatura cambió de manera drásticacerca de las 17:00 horas, de inmediato fueron enviadas las unidades de apoyo y de rescate a las áreas en la periferia del río Bravo y de los arroyos.
“Fue una hora de lluvia muy fuerte, por lo que el nivel del agua en algunas colonias alcanzó hasta los 30 centímetros y rebasó las banquetas, mientras que en otros lados el agua subió 1.40 metros, lo que obligó a detenerse a los tráileres a detenerse, y nos dedicamos a mover los árboles que cayeron arriba de los techos de las casas o de algunos autos”, mencionó Ochoa.
Dijo que fue mucho trabajo después de haber terminado esta tormenta atípica, incluso el domingo por la tarde el trabajo se centró en el retiro y corte de las ramas de algunos árboles que quedaron tendidos sobre las vialidades.
Autos varados que requirieron de ayuda, otros que requirieron corriente y ponchaduras de llantas fueron algunos de los servicios más solicitados el día de la tormenta.
Añadió el funcionario que un hotel resultó con una barda que se desplomó, al igual que otro hotel de la misma franquicia en Laredo, Texas.
“Estaremos a la expectativa de lo que pueda ocurrir y para reaccionar como ocurrió en esta ocasión para evitar alguna tragedia”, reiteró.
Sobre el fenómeno que se presentó, dijo que es el resultado del cambio climático, y añadió que este tipo de eventos se forman de manera muy rápida, los que se presentarán de manera más frecuente sobre la región, acompañados de granizo y algo de frío.