CCT: Cultura para todos

Cuando el doctor Emilio Martínez Manautou, entonces gobernador del estado anunció la construcción del Centro Cultural Tamaulipas, llovieron críticas por la magnitud de la obra: hubo quienes pensaron que era un “elefante blanco” y que no necesitábamos un complejo cultural de esa magnitud.
Se equivocaron.
Muchos eventos han sido presentados a lo largo de más de cinco lustros de distancia. Aquella Semana Cultural con que inició actividades nos permitió apreciar obras con Ignacio López Tarso, escuchar la voz de la inolvidable e inmortal Lola Beltrán, de Guadalupe Pineda, Alberto Cortés y muchos más que han pasado por el foro del Teatro “Amalia G. De Castillo Ledón”; eventos políticos y sociales también han sido objeto de comentarios en el CCT, orgullo de Victoria y de Tamaulipas.
Tuvimos el congreso nacional de la Federación Mexicana de Diabetes y de agrupaciones profesionales de muchos tipos y estilos. El Centro Cultural Tamaulipas es hoy un referente de la cultura en la entidad.
Inició actividades allá por el año de 1986 siendo su primer director el doctor José Luis Pariente Fragoso, para luego dar paso a otros directivos que han tenido en sus manos la responsabilidad de dirigir este complejo que cuesta mucho dinero en su manutención, pero que se justifica conforme pasa el tiempo. Hoy, la extraordinaria artista Laura Casamitjana De la Hoz es la encargada de coordinar los esfuerzos que el Instituto Tamaulipeco de Cultura organiza en sus diversos espacios tales com la galería, el atrio, el vestíbulo, el auditorio, la biblioteca y el magno teatro, orgullo de la entidad por su disposición tecnológica que le ubica como uno de los mejores del país, según los artistas que han pasado por el escenario y recogido el reconocimiento de la sociedad victorense.
El fin de semana hay eventos en el teatro: una academia presenta su festival, y este domingo se presentará la obra “los Oh chentas”, con un fin noble: recabar fondos para actividades sociales, procurando ser solidarios, el grupo de jóvenes artistas locales con los programas que el gobierno instrumenta a favor de quien lo necesita, o como dijo aquel ex – presidente: de los que menos tienen.
Grandes artistas ha presentado su obra plástica, visualizada a través de pinturas, fotografías, esculturas y demás, y los embajadores del buen teatro nos han regalado muchas pero muchas jornadas de arte y creatividad, sensibilidad y talento. Las palmas de sus espectadores que se cuentan por miles a través de los años dan cuenta de esta maravilla de complejo.
Hay que destacar que no se ha dejado caer el complejo: su mantenimiento nos permite ufanarnos de tener un espacio cultural a la altura de los tamaulipecos, y lo que vemos y escuchamos ahí es referente de nuestro desarrollo cultural.
Hoy, los viernes de explanada, los lunes de auditorio y sus múltiples eventos nos reiteran que Martínez Manautou no se equivocó al considerar dentro de sus obras la construcción de este Centro, como dijimos e insistimos: orgullo de Tamaulipas.
Todo cuesta, y el mantenimiento del CCT no es la excepción, por lo que se valora mucho más el hecho de que haya eventos de todo tipo prácticamente durante todo el año: se presentará dentro de muy poco la exposición “Cien Imágenes” en su 27ª. Edición y más: habrá una muy interesante exposición en la galería, de la que se da cuenta en las páginas de cultura. No podemos dejar de mencionar la Cineteca y sus muchas cintas que se pueden apreciar semana a semana en diversos ciclos.
Hay que agradecer el que tengamos esta obra donde se promueve la cultura, y hay que entregar el reconocimiento a las autoridades de aquel entonces, a las que fungieron como directivos en su inicio, y reconocer que la maestra Casamitjana ha logrado conjuntar un gran equipo de promoción a la cultura.
Seguramente, Libertad García Cabriales, directora del ITCA se ha de sentir muy orgullosa de tener este tipo de colaboradores que le permiten cumplir con su cometido: promover la cultura.

(Visited 1 times, 1 visits today)