Miguel Cotto se convirtió en el primer puertorriqueño en conquistar cuatro coronas mundiales al agenciarse la de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo, con un nocaut técnico al inicio del décimo asalto contra el monarca defensor, el argentino Sergio “Maravilla” Martínez, cuya esquina no lo dejó continuar, ante un lleno de 18 mil personas en el Madison Square Garden, la mayoría puertorriqueños que gritaron eufóricos.
Las piernas del “Maravilla”, de 39 años, confirmaron los temores de los críticos al permitirle poco movimiento, lo que fue de consecuencias terribles contra un Cotto que se transformó en un burel que desde el gong inicial fue en busca de su presa. Martínez, quien quedó con 51-3-2, 28 antes del límite, subió con bandas de soporte en ambas rodillas. Luego del combate fue llevado a un hospital para revisión. Cuando todo terminó, tenía muy inflamado alrededor de su ojo derecho.
Cotto (39-4, 32 noqueados) tumbó tres veces a Martínez en el primer capítulo y luego de someter al sudamericano a un acoso permanente por la mitad del pleito, entró en pausas mientras intentaba causar más daño en el argentino, cuyas respuestas fueron aisladas y nunca pudieron frenar los ímpetus del isleño, que previamente reinó en peso superligero, welter y superwelter.
DECLARACIONES
Pablo Sarmiento, entrenador principal de Sergio, dijo que “paró la pelea porque Martínez no podía ni moverse”. Se le vio hablar “fuerte” a Martínez al comenzar el décimo giro, quien le decía “uno más”.
“Maravilla” fue grande en la derrota. “Tienes que saber ganar y tienes que saber perder. No tengo más que felicitar a Cotto”.
Sobre sus rodillas, afirmó: “No tengo nada que decir, no quiero dar excusas”, al tiempo que pedía perdón a los argentinos.
Lou DiBella, promotor de Martínez, declaró en la rueda de prensa que Sergio dejaba sus congratulaciones felicitaciones a Cotto y que “no habrá excusas, ni de la rodilla, ni nada. Cotto es un gran campeón”.
El promotor Bob Arum anunció que le gustaría programar otra vez a Cotto el 6 o el 13 de diciembre. Indicó que el “Canelo” Álvarez y Tim Bradley eran “una posiblidad”.
“Mas que mi boxeador, es mi amigo y mi hermano, y yo sabia que sus rodillas no estaban respondiendo”, expresó Sarmiento, mientras que Sergio estableció: “Respeto a mi entrenador, vio cosas de afuera que yo no veía”. Y agregó que los golpes de Miguel lo agarraron frío al principio”.
Freddie Roach, entrenador de Cotto, fue cruel al exclamar que Martínez “es un gran atleta, pero no un gran boxeador”.
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