Divorcios el boom de España

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Al amor se lo está cargando la crisis. Ese sentimiento que los científicos intentan explicar en el hipotálamo y que los humanos no racionalizan sino que únicamente se dejan llevar por él, cada vez está siendo más dominado por aspectos mundanos y materialistas.

¿Cuántas historias de amor conocemos? Las de los abuelos con sus amores a primera vista o amores predestinados entrelazados de repente por las situaciones más inesperadas, pero que al final construyeron lazos para toda la vida.

Esos amores duraderos del pasado ahora son quimeras, las relaciones de pareja se han visto totalmente alteradas por la crisis económica cada vez más recurrente.

El amor en el siglo XXI lo tiene bastante difícil más en generaciones que cada vez creen menos en el matrimonio y se inclinan más bien en relaciones de pareja donde cohabitar no implica ningún tipo de contrato civil.

En el medio están los hijos con sus derechos civiles y también económicos, quizá por ello diversos códigos civiles han sido reformados en los últimos años para intentar poner al día en lo jurídico, lo que acontece en el terreno sentimental.

En España, el golpe de una crisis económica que dura más de 6 años ha calado en todos los ámbitos, los matrimonios se rompen al tirón de la perdida del empleo, la tensión por el pago de la hipoteca y muchos otros compromisos acreedores derrumban a la célula de la familia.

Me cuenta una buena amiga española que sus amigas de entre 30 a 50 años de edad no encuentran pareja, los hombres están inmersos en un proceso en el que ofrecen “sexo sin compromiso” y muchas mujeres (sobre todo cuando han ganado más edad y sus posibilidades se limitan) aceptan este cheque -no al portador-, que lleva ya la consigna al calce del “si te vi no me acuerdo”.

Mientras una parte de los hombres españoles sin importar edad, ni preparación, huyen del compromiso, los matrimonios derrumban conforme incrementan los despidos y los pagos de las facturas no cesan.

Ha sido difícil. Yo en lo personal conozco más casos que los dedos de mis manos de parejas españolas rebasadas por no poder manejar los problemas económicos.

Y es una pena, porque lo que para muchos comenzó siendo una historia de amor, está terminando en una historia de terror, con casas que se queda el banco o hipotecas divididas y es más lamentable porque más allá del reparto o pérdida de los bienes materiales también hay hijos de por medio; la guarda y custodia son una cruenta batalla entre las parejas.
A COLACIÓN

El miedo al compromiso en medio de una crisis que aún no acaba de diluirse es lo que predomina actualmente entre las generaciones desde los treinta hasta más allá de los cincuenta años de edad.

Cabe mencionar que la emancipación de los jóvenes respecto de sus padres se ha retrasado, antes sucedía en una media de los 22 años, ahora si se consigue un empleo bien remunerado, podría suceder a partir de los 33 o 34 años de edad.

Sobra decir que cada vez hay más madres solteras y familias monoparentales.

Según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), entre enero y marzo de 2014, incrementaron tanto las demandas de disolución matrimonial como el número de separaciones; un total de 34 mil 045 frente a las 30 mil 583 del mismo periodo del año pasado.

“Las demandas de disolución matrimonial han aumentado un 11.3% en el primer trimestre de 2014 en comparación con el mismo periodo del año pasado”.

De los divorcios, la tasa subió 13.8% en el rubro del mutuo acuerdo y un 4.9% en las contenciosas.

De acuerdo con estadísticas globales, en el trimestre de referencia se presentaron 19 mil 376 demandas de divorcio de mutuo acuerdo un 13.8% más mientras que las demandas de divorcio no consensuado fueron 12 mil 887 un 7.9% más.

Un hecho curioso: “Los costes económicos que implica el mantenimiento de dos viviendas y la duplicidad de gastos han propiciado un descenso generalizado de las rupturas matrimoniales en España registradas desde el estallido de la crisis en 2008, con un leve repunte en 2010.”

“De hecho, en 2011 llegaron a alcanzar niveles de 2001. Según confirman los expertos del CSIC, las parejas frenaron en seco los divorcios porque no podían sufragar los gastos que se derivan de ellos.”

Las familias que se rompen incrementan y los menores de edad en medio de los padres son ese coto de disputa irracional entre los progenitores.

En cuanto a los procedimientos de guarda, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales, el CGPJ, puntualiza que se iniciaron 4 mil 173 consensuados un 27% más y 7 mil 150 no consensuados un 15.7% más. Esta es la cruda realidad de España.

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