El Titanic de la deuda pública española

0

Niall Fergurson, explica en su libro “Dinero y poder en el mundo moderno 1700-2000” el origen del tejido económico y financiero predominante en los albores del siglo XXI.

Lo hace con esa argucia de los historiadores sin adentrarse en la carcoma socioeconómica más bien abordando el cauce de grandes variables que forman el enigma del funcionamiento de los Estados-Nación.

En su página 151, Fergurson se atreve con el origen (s) de las deudas públicas hilvanando con inteligencia su oscurantismo belicoso: en su momento el financiamiento de las guerras, invasiones, expansión territorial o hasta el descubrimiento de América.
Créame que con sus 756 páginas el libro en cuestión es más que el entretenimiento del verano pero nunca está por demás echarle una ojeada máxime cuando de repente uno se levanta de la cama sintiéndose más deudor que nunca.
Además como suele decirse, el gobierno suelta las malas noticias en momentos en que la gente está inmersa en una serie de distractores, en este caso, precisamente de vacaciones, descansando en el plenilunio de agosto.
Mientras aumentan el precio del litro de la gasolina y la gente hace caso omiso, también llegan las otras malas nuevas, al menos para la economía española: la deuda pública española superó el billón de euros en el mes de junio pasado.
Esto es como la historia del Titanic, dado que una mala decisión por parte del presidente Mariano Rajoy o de cualquiera de su Gabinete de turno que se le ocurra alguna audacia preelectoral para endulzar a la gente rumbo a las elecciones de 2015, puede obtener el resultado contrario.
Hundir al acorazado español es más fácil de lo que parece. Yo al menos, como muchos otros millones de ciudadanos españoles me levanté de la cama ayer jueves sintiéndome más endeudada que nunca.
Y cómo no, si la deuda pública española, consistente en sumar el conjunto de las administraciones públicas superó el jueves 14 de agosto el billón de euros.
Desde ese día, los españoles debemos y mucho; si hace unos meses atrás la deuda pública per cápita contabilizaba en 20 mil 643.13 euros, desde el jueves pasado es aún más histórica con 21 mil 659.15 euros per cápita de endeudamiento por cada español, de un total de 46 millones 507 mil 760 habitantes.
La deuda pública española escaló de 960 mil 066 millones de euros a 1 billón 007 mil 319 millones de euros. Casi ná, como dirían, los andaluces.
Casi todo, -como diríamos los economistas sin fronteras-, tras analizar un Estado como el español que ha visto triplicar su nivel de endeudamiento desde 2007 y que cada vez debe más al exterior para sostenerse. Es como estar entre alfileres.
Yo, al menos no puedo siquiera imaginar, todo ese dinero en constante y sonante, para un Estado cuya administración pública y expansión de obra pública y pago de salarios y múltiples compromisos depende en parte de la colocación de bonos y letras en el mercado internacional.
Dios nos libre de una debacle, por que esto del manejo, administración y gestión de la deuda pública es territorio desconocido para millones de seres humanos lo único que sabemos es que somos ya deudores y los nuevos ciudadanos nacen también siendo deudores.
Aunque casi me da algo, un desmayo, nada más de pensar que el Estado en si mismo, es uno fallido, endeudado, rebasado, agotado… en quiebra.

Yo me pregunto cómo se gestiona la recuperación económica en medio de un Estado cuya administración su posición es deudora. Y miedo me da saber que, cómo ciudadana, la espiral de impuestos presente y futura me hace acreedora eterna; y a mis hijos también.
De acuerdo con los datos oficiales del gobierno español, la previsión oficial es que la deuda alcance el 99.5 % del PIB.
“Tras elevarse en 10 mil 336 millones desde el mes de mayo, lo que representa un incremento del 1.03%, del total de la deuda de las administraciones en el primer semestre, 729 mil 331 se correspondían a valores a medio y largo plazo, 74 mil 652 millones a valores a corto plazo y 203 mil 336 millones a créditos no comerciales, así como emisión de moneda y caja general de depósitos.”
En los últimos datos desagregados por administraciones, correspondientes al primer trimestre de este año, la mayor parte de la deuda correspondía al Estado (un 84.5 % del PIB), seguido por las comunidades autónomas (21.7 % del PIB) y ayuntamientos (4 % del PIB).
De acuerdo con un estudio del FMI, la deuda pública española superó el 100 % del PIB entre los años 1900 y 1909, tuvo su nivel máximo (149% del PIB) en 1881, año en que empezó a contabilizarse, y su mínimo en 1975 (7.3 % del PIB).

(Visited 1 times, 1 visits today)