Pide apoyo para su hermano enfermo; nadie lo escucha

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Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Desde hace dos meses que Teodoro Núñez Hernández, de 59 años de edad, que se encuentra postrado y casi inmovilizado en una cama dentro de su domicilio ubicado en la calle Emiliano Zapata 2161, de la colonia palacios.

La razón es que desde hace cinco años que los médicos le diagnosticaron cirrosis hepática en grado muy avanzado, debido a su adicción al alcohol y a las compañías con enfermos del mismo mal.

Por ello es que un hermano de Teodoro, Rufino, de oficio lavacarros, se hace cargo de él de manera ocasional, ya que tiene que estar la mayor parte del tiempo en las calles buscando el sustento con su actividad, con lo que come e intenta darle de comer a Teo, como le dice.

Sin embargo, aunque dice Rufino que su hermano ya no tiene remedio, desea ayuda para su traslado a un hospital, y de esa manera tenga una atención médica los últimos días de su vida, pero este apoyo se le ha negado.

“He pedido ayuda a las autoridades municipales, pero me lo niegan, tal vez porque mi hermano ya no tiene remedio, pero aun así, quisiera que me ayudaran para brindarle una atención digna en algún hospital”, menciona con tristeza el lavacarros.

Dice que personal de Protección Civil acudió a su domicilio para ver el estado de salud de su hermano, pero que solo le limitaron a decirle lo que ya sabe, que debe llevarlo a un hospital para su atención médica.

“Vinieron a verlo pero no hicieron nada, porque se fueron y ya no regresaron. Desde hace mes y medio que está así y no puedo hacer nada”, expresa con impotencia, ya que lo que gana no alcanza para pagar un médico ni un hospital, por tratarse de un ingreso inseguro, por no ser siquiera asalariado.

Teodoro, debido a su delicado estado de salud, ya no come alimentos, solo agua, y su delgadez es extrema, según menciona Rufino, por lo que piensa que de un momento a otro puede fallecer.

“Solo quiero que me ayuden a llevarlo a un hospital”, clama de nueva cuenta aunque en voz muy baja, como queriendo que el viento lleve sus palabras hasta algún samaritano que se compadezca de su pesar, ya que ambos son solteros, desempleados y sin futuro.

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