Reynosa, Tamaulipas.-La filosofía empresarial de Olegario Vásquez Raña, presidente del Patronato de la Cruz Roja en México ha permeado a la Cruz Roja en Reynosa que hace mucho tiempo abandonó el servicio social y procuración de primeros auxilios sin fines de lucro para convertirse en una institución igual o más voraz que cualquier institución hospitalaria medica privada.
Irónicamente quienes acuden a la Cruz Roja son personas que carecen de los recursos económicos para enviar y atender urgencias medicas en hospitales privados, hasta donde la memoria del más viejo de los reynosenses alcance, era incuestionable que ante una “descalabrada” o hueso roto o malestar se acudía a la “Benemérita” Cruz Roja.
Hoy, la institución parece empeñada en ganarse la antipatía y condena social ante diversos malos tratos y negligencias en que ha incurrido su personal, el caso del niño José Ángel Guzmán ha sido la gota que derramó el vaso, pues presuntamente no se le quiso atender por una herida en su cabeza, sin antes depositar 1mil 500 pesos por concepto de “gastos de curación”.
Los paramédicos no cedieron a la atención medica al niño de 5 años sin antes no tener el pago en la caja registradora lo que indignó a los maestros que por espacio de media hora suplicaron por la atención al chico, de nada valieron sus ruegos, sin dinero no hubo atención medica, optando por llevarlo a la clínica del ISSSTE.
Y así en el anecdotario se han acumulado quejas y denuncias de usuarios de la Cruz Roja que lo mismo se les piden 3 o 5 mil pesos para cubrir una unidad de sangre donada o curaciones onerosas que no le piden nada a los hospitales privados de la ciudad.
Quizás en descargo habría que decir que la Cruz Roja como institución no sea la culpable del sesgo mercantilista con que ahora se administra y trabaja, la responsabilidad recae en los directivos (tampoco en los paramédicos), si no en la ambición de mercaderes de la salud que amenazan con podrir esta institución noble y generosa como así lo respalda su historia y servicio por alrededor del Mundo.
¿En qué momento entonces se perdió el espíritu solidario de la Cruz Roja frente al dolor, porque y a partir de cuándo es el dinero el que decide brindar o negar la atención a quien lo necesita y más aun el dinero que generosamente muchos aportan en colectas y campañas con fines recaudatorios, quien lo administra en qué manos termina y porque no hay informe alguno de su destino y uso?
