Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Una fuga de aguas negras que durante años no ha sido reparada, formó un pestilente arroyo de aproximadamente 200 metros lineales y tres metros en su parte más profunda, que corre por debajo del bulevar Colosio hasta terminar vertiendo su contenido contaminado en las aguas del río Bravo.
El agua brota de una alcantarilla en mal estado, y se ubica en un terreno baldío entre el lienzo charro y el zoológico regional, pero debido a que estaba cerrado su acceso por haber sido propiedad privada, y por la gran cantidad de maleza, estaba prácticamente cubierto y desconocido.
Unos trabajadores que limpian el terreno que recientemente adquirió el zoológico, descubrieron la alcantarilla que está en mal estado, y la fuga de aguas negras que brota incontenible por el arroyo formado a través de los años, lo que se nota por la profundidad formada por el correr del líquido.
“Estamos trabajando hace poco en el terreno, y vimos ese ‘arroyo’ que se forma por el agua que sale de la alcantarilla”, dijo uno de los trabajadores que limpian el terreno, que es de aproximadamente dos hectáreas.
El terreno es casi inaccesible debido a la gran cantidad de maleza, pero en su cauce hay basura de todo tipo, desde llantas inservibles, plásticos, botellas, y lo peor, una espuma maloliente que se forma debido a la acumulación de detergentes y algunos químicos que de manera directa y no tratados, desembocan en las aguas del río Bravo, contaminándolo aún más, y sin que las autoridades municipales tomen nota de ello.
Al llegar al bulevar Colosio, lo atraviesa por debajo debido a un pequeño túnel que en administraciones anteriores fue construido para ello, en vez de haber solucionado el problema.