Energía solar, el gran pendiente

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La Lupita, una pequeña fábrica de botanas y frituras ubicada en Yucatán, decidió que era tiempo de romper paradigmas y en línea con su aspiración de ser una empresa socialmente responsable, instaló un sistema de generación de energía solar.

Freddy Ortiz, dueño de la empresa, se dio cuenta del potencial que tiene el sol en la calurosa Mérida y buscó la colocación de mil 220 paneles fotovoltaicos. Aunque la inversión inicial fue de 13 millones de pesos, él asegura que las ventajas son mayores.

“Los paneles pueden producir mil 480 kilowatts por hora, y eso nos alcanza para abastecer nuestras necesidades y todavía tenemos 25 por ciento de remanente. Ya hacemos todas las botanas con energía solar”, dijo a Excélsior.

“Además, como los paneles fueron montados en el estacionamiento ahora tenemos sombra, lo cual ayuda a que las botanas, que se guardan en camiones, dupliquen su rotación de vida”, agregó.

Pero la instalación de esta tecnología no habría sido posible sin el financiamiento de 40 por ciento del gobierno de Yucatán. Son precisamente los altos costos y el largo retorno de la inversión, lo que frena a las empresas, aunque la recompensa es inmediata. El recibo de la luz de Ortiz bajó de 180 mil pesos a la mitad en sólo un mes.

Baja penetración

“Hay dos formas de generar energía solar: con un sistema interconectado y con uno aislado. El primero es más aplicable a los negocios. Se trata de instalar celdas solares y producir energía durante el día, que será usada en la noche. Si se consume la misma que fue producida, se paga una diferencia mínima a la Comisión Federal de Electricidad”, explicó a Excélsior Alberto McKelligan, instalador profesional de sistemas solares.

La Lupita es uno de los esfuerzos hasta ahora aislados en el país por utilizar energía solar a nivel empresarial. A pesar de que esa tecnología tiene una vida útil de 30 años, representa cero emisiones de carbono, requiere mínimo mantenimiento y reduce la dependencia energética hacia el gas.

“No hay gran utilización de sistemas fotovoltaicos en las empresas. Al cierre de 2013 deben ser unos 61 megawatts solares instalados, comparados con la capacidad eléctrica nacional es prácticamente nada” dijo a Excélsior Carlos Flores, vocero de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES). Según datos de la Secretaría de Energía la capacidad instalada de generación de electricidad de México es de 62.3 gigawatts.

Energía financiada

Para impulsar el sector algunos proveedores ya están ofreciendo financiamiento. Un ejemplo de ello es el caso de Soriana, que tiene el plan de colocar celdas fotovoltaicas en 120 tiendas, para lo cual la instaladora coreana Hanwha aceptó financiar a 20 años el proyecto.

“En ese periodo esa compañía que financia los sistemas va a haber recuperado su dinero y va a tener todavía otros 8 o 10 años de utilidad. Necesitamos ese financiamiento de largo plazo que permita a las empresas acceder a una solución solar”, dijo el también director general de Conermex, suministradora de esa tecnología en La Lupita.

La expectativa es que más industrias y firmas se sumen cuando la recién aprobada Reforma Energética ponga claras las reglas del juego para energías renovables, como con los certificados verdes.

“Estas compañías que están dispuestas a invertir para instalar sistemas solares y hacer contratos con usuarios de largo plazo tienen permisos aprobados por la Comisión Reguladora de Energía equivalentes a mil 600 megawatts, cuando pensamos que el mercado completo de México ahora es de alrededor de 100 megawatts; lo aprobado en permisos otorgados significa 16 veces lo que tenemos instalado. Sí hay el interés de inversionistas que están dispuestos a apostarle a la tecnología y a México”, dijo Flores.

De automotrices a granjas

No hay una homogeneidad en las industrias que utilizan celdas solares, pero la intención de volverse verdes ha llevado a representantes de distintas áreas a considerar la energía del sol como una buena opción.

La minera Peñoles, la lechera Lala y la minorista Walmart generan 85 por ciento de la energía que usan a través de sistemas eólicos y solares.

Otras compañías, como Ford, no instalan en sus plantas sistemas fotovoltaicos, sino que compran la energía de granjas solares. Actualmente en México hay alrededor de nueve funcionando, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Energía. El número podría elevarse a más de 30 si se aprovecharan los campos probados donde se podrían instalar granjas.

En el caso de la automotriz, compró a la firma Sonora 80M, que está en proceso de construir el parque fotovoltaico más grande de América Latina en el desierto de Sonora, 20 megawatts de energía solar, “lo equivalente para abastecer a cuatro corporativos de Santa Fe. Para Ford esa compra no significa inversión mayor, pues es un proyecto financiado con el que ahorrará entre cinco y diez por ciento del gasto en energía desde el día uno”, agregó McKelligan.

Por su parte, Flores aseguró que los financiamientos parciales a fondo perdido que otorga el Fideicomiso de Riesgo Compartido, FIRCO, también han colocado al sector agropecuario como cliente de la energía solar.

Descubriendo el agua tibia

Los recursos solares en México son superiores a los de Alemania y España, líderes en sistemas fotovoltaicos instalados. En México la capacidad es seis por ciento superior que en Alemania y podría producir 17 veces más energía que en Europa, de acuerdo con la aceleradora de empresas FUMEC.

Esos recursos también pueden ser aprovechados en sistemas de calentamiento solar de agua. Debido a que los costos son menores que con las celdas fotovoltaicas y el retorno de inversión se reduce a tres años como máximo, mas empresas optan por esta tecnología.

Hoteles, hospitales, fábricas de alimentos y clubes deportivos utilizan ese recurso para calentar el agua necesaria en sus actividades, desde las duchas en habitaciones de los huéspedes hasta el vapor en la industrialización de leche.

Los sistemas destacan también por su vida útil de 25 años y por el poco mantenimiento que necesitan. Los costos pueden variar, pero son menores que las celdas fotovoltaicas. Aun así, la penetración entre empresas todavía es baja.

“En México tenemos .02 metros cuadrados per cápita de calentadores solares, mientras que otros países como Alemania o Austria alcanzan los dos metros cuadrados per cápita, aunque sus condiciones solares son adversas”, dijo a Excélsior Daniel García, director general de Módulo Solar.

Su empresa instaló sistemas de calentamiento solar en la planta de Nestlé en Toluca, que produce medio millón de litros de agua diario. Ese montaje representó el sistema más grande América Latina de esa tecnología y el retorno de inversión fue de menos de dos años.

Por su parte hoteles como Moon Palace y Fiesta Inn también utilizan estos sistemas para calentar el agua. Los costos rondan los siete mil pesos por habitación.

México tiene la meta de incrementar la instalación de sistemas de calentamiento solar entre el sector comercial un 25 por ciento entre 2011 y 2026, de acuerdo con la Secretaría de Energía. Por su parte el Financiamiento para el ahorro de energía eléctrica (FIDE), otorga créditos para promover el uso de esta tecnología.

García recomendó a quienes estén interesados en instalar calentadores solares en sus negocios, “adquirir productos certificados con normas
mexicanas, ver que tengan también certificados de calidad y que busquen a empresas que se adapten a sus necesidades”, dijo.

“Yo invitaría a mis compañeros empresarios a que se sumen a esta causa benéfica para todos los que vivimos en este planeta. Además, pienso que con la tecnología solar está pasando como con las computadoras, me atrevo a decir que en dos años eso que nos costó hoy 13 millones de pesos podría ser hasta un millón de pesos”, comentó Ortiz.

Fuente:
excelsior.com.mx

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