Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Ante el inevitable deterioro de los huesos con el avance de la edad, la calidad y cantidad de hueso disminuye, por lo que ya es un asunto que requiere de atención médica para prevenir probables fracturas, debido a una evidente reducción de la resistencia del sistema óseo, advirtió Alicia Castro, directora de la Unidad de Medicina Familiar 78 del Imss.
Dijo la doctora que la osteoporosis es un padecimiento que daña al esqueleto humano, el que envejece al igual que el resto de los demás órganos aunque pase desapercibido.
Mencionó Castro que la osteoporosis se produce en las estructuras óseas, principalmente las de tejido esponjoso, que se encuentran en la periferia o en los extremos finales de los huesos.
Con el paso del tiempo éstas se gastan más rápidamente y disminuyen en grosor y cantidad, perdiendo su conectividad y su capacidad de soportar las cargas a las que originalmente se sometían.
Como consecuencia, los huesos de caderas, codos, muñecas, rodillas y tobillos que se rompen, con el tiempo son más frecuentes, pero aclaró la doctora que “la osteoporosis no son las fracturas, pero éstas si constituyen la complicación real y grave del padecimiento”.
La fractura más común derivada de este padecimiento es la de los cuerpos vertebrales, pero la más costosa y con mayores complicaciones es la de cadera. Suele ocurrir con mayor frecuencia entre los 70 y 75 años.
De acuerdo a la directora de la UMF/78, existen dos variedades de osteoporosis; la posmenopáusica, que se relaciona con la disminución de hormonas en esta etapa de la vida, y que provoca la pérdida de masa ósea en 10 por ciento por año.
Esta variedad ocurre después de los 50 años, y es un padecimiento que le ocurre a seis mujeres por cada hombre.
El segundo tipo es la osteoporosis senil que se da tanto en mujeres como hombres y su tasa es de 2 mujeres por 1 hombre.
Para prevenir esta enfermedad y mantener una buena salud ósea, dijo Castro que se requiere que los huesos absorban calcio, para lo cual es necesario un adecuado aporte diario de mil miligramos que pueden obtenerse de productos lácteos y verduras verdes, así como de suplementos de este elemento.
Consumir 800 unidades diarias de vitamina D que se halla en pescados, como el salmón, el bacalao y el atún, o también en alimentos fortificados, ya que ésta es la responsable de que el calcio se precipite y sea absorbido por los huesos.
Asolearse alrededor de 15 minutos diariamente, de preferencia por la mañana, también es recomendable, ya que la luz solar favorece la producción endógena de esta vitamina, añadió la doctora Castro.
Como un esqueleto sano necesita moverse, el ejercicio diario es recomendable, para evitar la oda sedentaria.
Recomendó como prevención, que los pacientes de riesgo se practiquen densitometrías (estudios que miden la densidad ósea), sobre todo en las mujeres a los 65 años y a los hombres a los 70 años de edad.
