Se desperdicia en México la impresión 3D

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Para que la impresión en tercera dimensión (3D) sea adoptada masivamente y tenga un impacto positivo en todas las industrias se requiere más innovación y mano de obra calificada, un punto en el que México aún tiene mucho por hacer, aseguró el futurista tecnológico de Autodesk, Jordan Brandt.

De acuerdo con el especialista, industrias como la automotriz, la aeroespacial y la energética en todos los países están usando estas impresoras para reducir costos de manera significativa, en algunos casos hasta 90 por ciento. Logran crear piezas a un bajo costo que ayuda a crear prototipos para probarlos y encontrar los posibles errores.

“A esto se añade que conforme los metales para las impresoras 3D se vuelven comercialmente disponibles y asequibles, se están imprimiendo más las partes finales y no sólo prototipos”, dijo a Excélsior.

Una muestra de la importancia de la impresión 3D es que su valor de mercado en el mundo, de acuerdo con la consultora Canalys, se ubicó en 3 mil 300 millones de dólares en 2014, y esa cifra podría aumentar a 20 mil 200 millones a finales de 2019.

Brandt consideró que todavía falta innovar con los materiales que se pueden usar, que van desde metales hasta comida; el diseño de las propias impresoras 
–porque algunas requieren de elementos robóticos y el software para hacer los diseños de las partes– factores que hasta el momento se han estudiado como algo separado.

En su opinión, es necesario ver esas tres partes como un todo para crear un dispositivo que sea un “category killer”, es decir, que haga masiva el uso de la impresión 3D en todo el mundo, lo que a la larga también reduciría los precios como ocurrió con las computadoras.

Tomando en cuenta esos factores, Autodesk se encuentra fabricando su propia impresora 3D de nombre Ember y cuya principal característica es su código abierto tanto en su hardware como en su 
software, llamado Spark, y hasta en los materiales que puede usar.

Urge mano de obra

Brandt consideró que se necesita una fuerza laboral con las habilidades para hacer frente a este nuevo tipo de manufactura. Por ejemplo, en Estados Unidos se está capacitando a la gente en las fábricas para que sepan cómo usar el software y las impresoras.

“Para México es un gran momento de empezar a educar la fuerza laboral de las próximas generaciones”, remarcó. Ello, ante la presencia e importancia en el país de industrias como la automotriz o la aeroespacial, así como las buenas perspectivas económicas en materia de manufactura.

Autodesk está impulsando el Proyecto Ignite, una plataforma de código abierto que ayuda a los estudiantes desde 12 años a aprender cómo diseñar para imprimir en 3D y también un mayor conocimiento sobre los componentes de este tipo de impresoras.

Fuente:
excelsior.com.mx

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