Reynsoa, Tamaulipas.-Ni la fama inmortalizada que le dio el hecho de haber sido el primer hombre en la historia en posar su pie en La Luna, mucho menos el trato de celebridad que le dio el Mundo por aquella hazaña del 21 de julio de 1969. Nada pudo cambiar la vida de silencio que durante 43 años mantuvo el astronauta Neil Armstrong, siendo –hasta ahora- el único de los tres tripulantes del Apollo XI que ha fallecido, actualmente sobreviven: Michael Collins y “Buzz” Aldrin.
Armstrong falleció el 25 de agosto de 2012, 43 años después de haber “conquistado” La Luna en aquella hazaña televisada a todo el planeta y que fue precisamente la que encendió el debate que aun prevalece: ¿Realmente fuimos a la Luna?. Y si fue así porque hay tantas dudas en torno a aquel alunizaje y lo que es aun más interesante, porque el hombre jamás volvió a la Selene.
Son interrogantes que nadie hasta ahora ha podido disipar, hubo algunos momentos de intentos de lucidez con la historia de parte de Neil Armstrong, pero de inmediato fueron sofocados por el gobierno estadunidense y la NASA, quienes se han encargado de mantener virgen e infranqueable la solución a al incógnita respecto a la conquista de La Luna.
Hay algo que es cierto, a partir de aquel histórico viaje lunar iniciado el 19 de julio de 1969, el comandante de la misión Apollo XI, Neil Armstrong inició un pacto de silencio con la historia que se llevó a la tumba.
Jamás, nunca en el resto de su vida concedió una sola entrevista, jamás nunca respondió una sola pregunta a ningún periodista o frente a una cámara de televisión o micrófonos, sus últimos años los dedicó a servir como “compañía” de presidentes de los Estados Unido de America en las “conmemoraciones” del aniversario de la conquista a La Luna, eventos convocados en la Casa Blanca con toda la pompa.
Así en el más absoluto silencio que han respetado y acatado sus compañeros Michael Collins y “Buzz” Aldrin, así fue consumida la vida del primer hombre que pisó la faz lunar y que después de 45 años, las dudas, interrogantes y sobretodo haber escuchado la experiencia de voz del protagonista es algo que parece que la humanidad no conocerá jamás.
