Con la explosión de una camioneta y los tanques –cilindros- de gas que transportaba, frente a las instalaciones de la Unidad Académica de Derecho y Ciencias Sociales ha quedado de manifiesto que hay muchas cosas pendientes que realizar, entre ellas, la verdadera capacitación para elementos de lo relacionado con Protección Civil y Seguridad Pública.
El vehículo, coo se podrá leer en la nota policiaca, ardió en minutos, mientras que los cilindros nos hicieron pasar un muy mal momento lleno de pánico, miedo y terror.
Hubo momentos difíciles y en los que asomaron los curiosos de más: alumnos de nuestra Unidad estaban ahí, unos, tomando imágenes de un suceso, y otros , arriesgándose de más. El incidente nos tomó de sorpresa, y claro que no fue nada grato, pero suelen suceder este tipo de accidentes, y en ese sentido, hay que estar preparados.
Alguien criticaba el tiempo que tardaron en llegar los bomberos, a lo que otros contestaron: ¿Alguien los llamó? Del grupo pequeño con el que conversamos, nadie lo había hecho, a lo que el siguiente comentario fue: “ellos no tienen bola de cristal: hay que avisarles para que entren en acción”.
Y otros detalles que criticar, como el hecho de que llegaron tres motociclistas de la Fuerza Tamaulipas a dar una vuelta centrífuga y nada más, hasta que llegaron los bomberos, cuando el vehículo había iniciado una temible marcha hacia el norte –abajo- encontrando meta final en el zacatal.
Los elementos de las camionetas de la Fuerza Tamaulipas que llegaron, hicieron lo que conocemos: empujaron a los muchachos universitarios, los ningunearon y los quitaron de ahí, según esto, para acordonar el área.
Al columnista lo trataron con la punta del pie por el hecho de preguntar si se podía cruzar cerca de ahí. Son elementos preparados para actos de contingencia… pero no se les educó y no se les enseñó a respetar los derechos constitucionales de los ciudadanos, y lo peor es que si nos ponemos firmes en esa exigencia, nos llevan a punta de golpes.
Un muchacho estudiante de Comunicación ya iba a la camioneta de ellos, detenido por estar tomando video: no saben que tenemos derecho a hacerlo, derechos constitucionales que violan sin el menor asomo de educación.
No esperamos que nos traten amablemente porque nunca lo han hecho, pero sí que sean decentes al momento, y den su lugar a cada uno de los ciudadanos. Necesitan aprender cuales son las garantías a que estamos sujetos y los derechos también, para saber a donde y con quien nos comunicamos.
Cierto es que fue un evento desafortunado en el que la seguridad de muchos estuvo en riesgo, pero los integrantes de la Sociedad de Alumnos, los elementos de Protección civil de la UAT y de la propia Unidad tuvieron una importante actuación para evitar pánico y otras cosas: ayudaron a poner el orden.
Criticó alguien la llegada de los bomberos, pero hay que entender que tienen poco y obsoleto equipo, y no tienen una bola de cristal para adivinar donde será el próximo incendio: hay que reportarlo para que ellos puedan hacer el viaje.
La comunidad universitaria, ejemplar: asustados como es normal, con los gritos propios de una multitud espantada, pero siempre respetuosos de las indicaciones de las autoridades. Esto hay que aplaudirlo, sinceramente.
Lo más importante es que no hubo daños humanos, sino únicamente materiales, y esos, tarde o temprano se reponen. Las vidas estuvieron salvaguardadas en todo momento, y los equipos que surgen por este control de acciones funcionaron de maravilla.
Nos sentimos orgullosos de quienes conforman estos grupos y quienes les coordinan, y hacemos votos porque todo miembro de la comunidad universitaria tiene muchas semanas para reportar a los muchachos, bien o mal.
Ojalá la autoridad pueda capacitar mejor a los de Fuerza Tamaulipas, para que, entonces, podamos cnfiar en ellos y no temer a su arribo, porque es lo que hoy reflejan.
Capacitación en Emergencias
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