Medardo Treviño llegó de Río Bravo

Hace más de 30 años, recién llegado a Ciudad Victoria, la conocí en algún acontecimiento cultural a los que ella asistía con frecuencia y desde aquel momento ejerció una especie de fascinación pues se trataba de una mujer misteriosa que en los actos públicos hablaba sólo lo indispensable; aunque al principio creí que se trataba de una dama conservadora, solemne y aburrida, pronto tuve oportunidad de leer sus cuentos, una de sus novelas, sus textos periodísticos y pude ver en los teatros tamaulipecos algunas de sus obras, pues la dramaturgia era su fuerte.
Cuando Medardo Treviño llegó de Río Bravo a esta capital se relacionó con la escritora Norestense con la que trabó amistad y poco después se atrevió a escenificar Yerbabuena, una obra que aborda una mezcla subversiva que va desde la charlatanería hasta la represión a campesinos; por cierto, en aquel tiempo tuvo una actuación sobresaliente el ya también fallecido actor tamaulipeco Belem Fortunato Peña quien personificó a una especie de chamán.
La novela que acabó por convencerme de la calidad narrativa de la ilustre tamaulipeca fue Cena para tres, una pieza literaria deliciosa en la que se aborda un trío amoroso entre dos hermanas (supongo que victorenses) y un español pobre que vino desde su península para casarse con una de ellas y con el mismo boleto tuvo derecho a encamarse con ambas, lo cual muestra como Altaír Tejeda de Tamez poseía una pluma magistral con la que podía tejer tramas exquisitas a partir de temas que son considerados escabrosos.
El jueves reciente falleció la dama que fue y seguirá siendo emblema de la literatura de Tamaulipas y del noreste de México y el viernes decenas de personas se reunieron en la Casa del Arte (donde también trabajó) para rendirle un homenaje en el que participaron autoridades de los tres poderes de la entidad, del ayuntamiento victorense, escritores de varias generaciones, periodistas, promotores culturales, profesores y alumnos de la escuela primaria que lleva su nombre.
Coro Perales, Mary Trujillo y otras promotoras culturales encabezadas por Libertad García Cabriales organizaron un homenaje solemne, sobrio y muy respetuoso donde destacaron las participaciones de artistas como Larisa López, Sandra Balderas, Marisa Avilés, Cinthya Barrón, Medardo Treviño y otros, quienes actuaron en presencia de autoridades y miembros de la comunidad intelectual local.
El Gobernador Egidio Torre Cantú, realizó guardia de honor en el homenaje de cuerpo presente al que acudieron el alcalde capitalino, Alejandro Etienne Llano, con su esposa, Katya Salinas de Etienne; Ramiro Ramos Salinas, diputado presidente del Congreso del Estado; Libertad García Cabriales, titular del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA), familiares de la escritora, comunidad artística y representantes de la sociedad civil.
La narradora, poeta, cuentista, dramaturga, ensayista y servidora pública ejemplar recibió un merecido homenaje, este 18 de septiembre, en la explanada de la Casa del Arte de Victoria; durante el evento, el dramaturgo riobravense Medardo Treviño, discípulo de la Maestra Altaír, leyó una semblanza de la creadora tamaulipeca; además se ofreció un repaso por la obra que la emblemática escritora realizó.
En representación del Gobierno de Tamaulipas, la maestra LGC habló del importante legado de la obra de la creadora tamaulipeca:… “gracias Altaír, porque con tu palabra fortaleciste lo que somos y lo que soñamos; porque por el amor y la lealtad que le tuviste a tu tierra te convertiste en un referente de las letras norestenses y nacionales”; “Altaír sabía que el mejor homenaje que Tamaulipas podía hacerle, es leer su obra; el mejor homenaje es atisbar en su ventana, en sus letras, en su sensibilidad, en esta manera de contar la vida y sus desafíos”.
Por parte de la familia, Antonio Tamez Tejeda, hijo de la homenajeada, agradeció por este emblemático reconocimiento que se realizó a su madre quien nació en Ciudad Victoria, Tamaulipas, el 22 de octubre de 1922; larga vida fue la suya, plena de trabajo, escuela, escritura y cariño; hija de maestros, los profesores Rafael Tejeda Puente y Elvira Treviño, hizo sus estudios profesionales de docencia y letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); la enseñanza sería una de sus más grandes entregas profesionales, la otra fue la literatura.
Según información oficial, su producción literaria –recopilada en ocho libros de poesía, siete de cuentos, dos novelas y múltiples obras de teatro– es el testimonio de una mujer que desde la adolescencia cultivó la escritura e hizo del noreste de México, de sus habitantes, de sus paisajes y de sus historias, el centro de sus observaciones y temas; con estas acciones el Gobierno del Estado refrenda que el valor supremo de Tamaulipas es su gente e invita a los tamaulipecos a celebrar la memoria de la maestra ATT rindiendo el mayor homenaje que un escritor puede recibir, que es la lectura de su obra literaria en el presente.
Julio Pesina, Lorena Illoldi, Nohemí Sosa, Arturo Medellín, Clara García, Alicia Caballero, Alejandro Betancourt y otros conocidos escritores locales estuvieron en el homenaje donde también acudieron miembros del gabinete estatal como la Contralora Gilda Cavazos, el ingeniero Manuel Rodríguez (Obras Públicas), el licenciado Jorge Ábrego (finanzas) y muchos otros representantes de los tres órdenes de la administración pública; hasta siempre maestra Altaír.

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