Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Doce mujeres que durante algunos meses cursaron sus estudios de primaria y de secundaria, y de alfabetización, recibieron sus constancias o certificados de terminación de estudios por parte del Instituto Tamaulipeco de Educación para los Adultos (ITEA), durante un acto que se llevó a cabo el fin de semana en la Feria de Atención Integral.
Los certificados que se entregaron, certifican que las personas, mujeres todas, ya cuentan con sus estudios de primaria y de secundaria terminados, lo que las avala para continuar con la preparatoria en caso de que así lo decidan,
En cuanto a quienes ingresaron y terminaron en el programa de alfabetización, es decir, para quienes antes de inscribirse en el ITEA no sabían leer ni escribir, con su certificado se les abren nuevas oportunidades de vida.
“Siempre lo hemos comentado, Quienes ingresan al ITEA para leer y escribir, lo primero que reciben es una constancia que se les manda por parte del ITEA, y luego siguen con su primaria y la secundaria”, explicó Verónica Flores, titular del esta organismo estatal.
Además de la entrega de los certificados, dijo Flores que se entregaron unas constancias a las personas que terminaron con su primera etapa de alfabetización, e invitó a las personas que no sepan leer ni escribir, o que no hayan cursado i terminado sus estudios de primaria o secundaria, se acerquen el organismo estatal y se incorporen a sus programas, en donde les enviarán a uno de los círculos de estudio cercanos a sus domicilios, para que allí tomen sus clases.
Un ejemplo a seguir
Amada Ceferino es una ama de casa de 38 años de edad, quien cursó en el ITEA sus estudios de educación primaria; es originaria de Acayucan, Veracruz, pero desde hace 16 años que residen en Nuevo Laredo, y desde entonces nunca tuvo la oportunidad de estudiar la primaria, gasta que se inscribió en el programa, y ya le dieron su certificado.
“Es importante para mí, porque no estudié ni el primero de primaria. Empecé aquí y ahora ya se un poquito leer y escribir”, dijo la mujer.
Para ella, ahora que ya sabe leer y escribir, y que cuenta con el certificado de primaria, es algo que no pudo explicar, pero a su modo dijo que ahora ya puede escribir bien su nombre.
“Se siente bien…verdad?…porque no sabía yo nada, y ahorita si ya se algunas cosas…”, expresó con entusiasmo.
El esposo de Amada es albañil, pero tampoco cuenta con estudios, aunque con el esfuerzo de ambos, sus hijas estudian, y una de ellas ya terminó la preparatoria.
“Voy a seguir estudiando…hay que seguirle…”, sentenció.
