Las luces se apagaron a las 21:10 horas, cuando se podían sentir las vibraciones del sonido de los instrumentos en la ropa. “Buenas noches, gracias por ser parte de esto. Sin ustedes esto no sucede”, dijo Sabo Romo antes de ponerle voz a “Viento” e invitar a Kazz al escenario en lo que el integrante de Los Amantes de Lola llamó un “experimentó híbrido” con “Mamá”.
Los gritos se los llevó Leonardo de Lozanne, igual que los chiflidos de algunos de los presentes. El líder de Fobia puso ritmo a “El microbito”; se animaron a experimentar en “Déjala tranquila”, con Piro, de Ritmo Peligroso, dándolo todo.
“Lo bueno del rock es que podemos hacer con las canciones lo que nos dé la gana”, argumentó Sabo, integrante de Caifanes.
De esta forma, Cala entonó un clásico de Los Rostros Ocultos con “El último adiós” y al fin salió la Camerata Metropolitana, dirigida por Felipe Pérez Santiago, para dar los tonos al propio presentador, Sabo Romo, quien cantó acompañado de metales y cuerdas la coreada “Mátenme porque me muero”.
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