La misión consiste en un aterrizador geofísico llamado InSight cuyo objetivo era estudiar los temblores en Marte como una forma de entender el interior de dicho planeta. La fecha prevista era en marzo de 2016. La NASA no ha fijado nuevo día para el lanzamiento, pero debido a las órbitas relativas de Marte y la Tierra, la agencia tendrá que esperar por lo menos 26 meses antes de que puedan ponerlo en marcha de nuevo.
insight nasa marteLa agencia revisará diseños para solucionar el problema con el instrumental, así como estimar el coste que supone congelar la misión durante más de dos años y valorar si es factible su financiación. Esta decisión puede tomar un par de meses, según el jefe científico de la NASA John Grunsfeld: “o nos decidimos a seguir adelante o directamente no lo hacemos”.
El 3 de diciembre, el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) ubicado en Pasadena, California, confirmó que existía una fuga en una esfera de metal sellada al vacío que contiene tres sismómetros. El instrumento, llamado Experimento Sísmico de Estructura Interior (SEIS), fue una de las dos sondas principales, junto con un termómetro de fabricación alemana, que aterrizó en una pequeña perforación del planeta rojo. El SEIS hubiera sido colocado en la superficie de Marte donde habría grabado los débiles temblores de supuestos maremotos a través de la corteza de la estrella.
Decepción en la comunidad científica
“Estamos todos bastante decepcionados en este momento. Devastados sería una palabra más exacta”. (Lisa Pratt)Varios grupos científicos han expresado su desilusión ante la decisión. Lisa Pratt, biogeoquímica de la Univerisdad de Indiana en Bloomington y presidente de un comité asesor de Marte para la NASA. “Todo el mundo ha estado esperando para conseguir poner un instrumento sísmico en Marte después de Viking”.
Las dos sondas Viking de la NASA en 1976 también llevaban sismógrafos pero en la parte superior de las cubiertas de los aterrizadores. El número uno falló, mientras que el Viking 2 se convirtió en un detector de vientos más que otra cosa. Pratt dice que la clave del InSight radica en que se va a fijar bajo la corteza terrestre de Marte. También comenta los desafíos adicionales de tratar de seguir recibiendo financiación a nivel internacional tal y como se estaba dando.
La misión, de 425 millones de dólares, fue la última selección dentro del programa de descubrimiento de la NASA en su línea de “bajo coste” (misiones competitivas dirigidas por un solo investigador principal). El presupuesto total del proyecto, incluyendo los gastos en el lanzamiento, es de 675 millones de dólares. De esa cantidad, según el director de la división de ciencia planetaria Jim Green, se han gastado ya 525 millones.