La fiebre de enero se torna intensa y uno a uno va asomando la cabeza para probar si el electorado los identifica, si son de su agrado y para que en el momento indicado valoren su trabajo, su oferta, su calidad y también su capacidad si logran hacer suyo un escaño en la Cámara de Diputados.
Los hay de todos como en la feria, hombres y mujeres que sueñan, que tienen aspiraciones y que solo esperan una oportunidad para legislar por Tamaulipas, un estado que a fuerza, por necesidad merece tener buenos representantes en la cámara local.
Reza el dicho que calladito uno se ve más bonito, pero en su caso decidió sacudirse un poco esa imagen de servidor público que le ha ganado fama y gritar que él también quiere intentar buscar crecer en la política, a final de cuentas tiene buena escuela.
Como titular del Fondo Tamaulipas se le ve por todos lados, de norte a sur, de colonia en colonia, de casa en casa, porque su trabajo así lo obliga, porque él sabe, bien que sabe, que el acercamiento con la ciudadanía es básico para consumar los sueños futuristas.
Y es que el nombre Jesús Alberto Palomo Valles ya no pasa desapercibido, porque se trata de un joven dinámico, serio, prudente y, hasta dicen las mujeres, carismático, los cuales son los ingredientes necesarios para alcanzar la cima en lo que a política se refiere.
El ya dijo “esta boca es mía” y a sus 38 años de edad se internara en la aventura se buscar una curul en el Congreso de Tamaulipas, donde hoy su madre, Blanca Valles Rodríguez, ha dado prueba de firmeza y de capacidad, que son dos elementos necesarios para que luzca cualquier mujer que se jacte de ser política.
Jesús Alberto tiene su corazoncito y clama por una oportunidad para contender por el 16 distrito electoral de Tamaulipas, si el Partido Revolucionario Institucional, lo palomea.
El añora con ser diputado y a decir verdad el muchacho tiene lo suyo, porque las oportunidades que se le han dado las ha aprovechado bien y en esta ocasión no va a ser la excepción.
Es sangre nueva, es aire fresco que ya requiere la Cámara de Diputados, donde la juventud se tiene que imponer, porque así lo amerita el delicado momento.
Jesús Alberto es, un joven inquieto, propositivo y poco afecto a los reflectores que enloquecen, pero es esta ocasión sabe bien que camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
Desde su lugar no se agota en cumplir con su trabajo de entregar recursos para alentar a los emprendedores de Tamaulipas, por ello está en los afectos de su jefa inmediata, Doña Mónica González García, una de las pocas funcionarias de la administración estatal que no ha perdido el paso y que sigue el ritmo que marco el gobernador, Egidio Torre Cantú, cuyo sexenio ya va de salida.
Ahí está él, Jesús Alberto Palomo Valles, una carta más sobre la mesa, una cara más que el electorado debe valorar.
El muchacho tiene lo suyo y ojala que el PRI dirija hacia él la mirada, porque al partidazo no debe gastar su tiempo en experimentar.
Jesús Alberto: “Vuela, Palomo vuela”.
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