Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Autoridades de inspección y vigilancia violan los estándares de salud implementados por la Secretaría de Salud de Tamaulipas, al otorgar de manera indiscriminada permisos de piso a cerca de tres mil vendedores ambulantes instalados en diferentes áreas de la ciudad, muchos de ellos cerca de basureros, charcos de aguas negras y focos de infección que pueden afectar la salud de las personas.
La dependencia cuenta en esta ciudad con un padrón estimado que se acerca a los tres mil ambulantes, que es lo que tiene la jurisdicción sanitaria en sus registros, a los que se les realizan muestreos sanitarios aleatorios, para comprobar que no afecten la salud de las personas, y se hacen cada mes para determinar que no representen un riesgo sanitario, mencionó el titular del área, Jaime Emilio Gutiérrez Serrano.
Sin embargo, muchos de ellos, a pesar de que cuentan con un permiso municipal, sanitariamente no cumplen con la norma, pero se les tiene que dar su licencia sanitaria porque ya cuentan con el permiso del municipio, reconoció el médico Gutiérrez.
Cada negocio y cada puesto ambulante cuenta con un listado que debe llenar como prestador de un servicio, y debe estar orientado a una buena higiene para poder contar con una licencia sanitaria que lo acredite como negocio apto.
Además, quienes los atiendan deben someterse a diversos exámenes médicos para determinar que sean personas sanas y que estén libres de enfermedades como tuberculosis, hepatitis y otras, y de esa manera evitar contagios a otras personas y la contaminación de los alimentos que vendan en la vía pública.
“Pero el problema de esta gran cantidad de ambulantes son los permisos que otorga el municipio. Da un permiso a un ambulante que se coloca en la vía pública, y en ocasiones están en lugares insalubres cerca de basureros que constituyen un riesgo para la salud de las personas”, señaló el médico.
Dijo que el municipio cobra un derecho a los vendedores, y después se le permite a la jurisdicción sanitaria a ‘regularlos’
“¿Pero como podemos regularlos si desde el inicio el municipio otorga un permiso sin tomar en cuenta lo relacionado a la salud?”, cuestiona.
Ambigüedades oficiales
Por lo general, los ambulantes que venden alimentos en la vía pública cumplen con la norma, pero sus negocios se ubican en muchas ocasiones cerca de lugares insalubres que pueden afectar la salud de quienes consumen los alimentos en esos lugares, advirtió el médico.
“Tenemos que trabajar y no dar permisos a diestra y siniestra. Pero nos enfrentamos ante una ambigüedad. Es una fuente de empleo, lo reconocemos, pero no se puede generar la posibilidad de un brote infeccioso, de un riesgo sanitario, pero el problema inicia desde que el municipio da el permiso, ya que si no hay ese permiso no tenemos porqué entrar a regular sanitariamente a los vendedores”, señaló.
Consideró que al momento en que el municipio otorgue un permiso a un ambulante, previamente debe haber una evaluación de las condiciones físicas y ambientales para poder ser regulados sanitariamente.
Agregó que no es posible que puedan otorgarse permisos en lugares en donde no hay agua ni drenaje, para que después la Secretaría de Salud les indique que quienes de elaborar y consumir los alimentos, deben lavarse las manos.
“Desde allí inicia el problema. No generar más permisos entre vendedores ambulantes, y dependiendo donde se coloquen, poderles decir que deben contar con agua corriente, lavado de manos, drenaje, uso de cubre bocas y cofia, para poder muestrear los alimentos”, explicó.
En una entrevista realizada en diciembre, el titular del área del comercio informal, Enrique Pedroza Lomas, dijo que desde el inicio de esta administración municipal, en octubre del 2013, no se habían autorizado permisos a vendedores ambulantes, pero contrario a ello este tipo de comerciantes proliferan por todos los rumbos de la ciudad, en particular los que se dedican a la venta de alimentos.
