Un problema de mucho peso

Lejos de los problemas típicos que enfrentan quienes aspiran a una candidatura, sea por el Partido Revolucionario Institucional o por alguno de oposición en Tamaulipas, los habitantes de este maravilloso estado tenemos cosas mucho más importantes de qué preocuparnos, y una de ellas es la relacionada con la salud, y específicamente, con el aumento de peso que nos lleva a padecer alguno de estos dos problemas graves: sobrepeso u obesidad, en todos sus niveles.
Proclives a aumentar talla y peso en este tiempo, los tamaulipecos estamos mostrando a propios y extraños los estragos del tiempo de posadas y fiestas de fin de año, con los terribles resultados que incrementan nuestra talla y hacen que se generen problemas con el guardarropa, pero más grave, con la salud.
Y en ese sentido, no podemos dejar de preocuparnos, más, cuando las cadenas televisivas nacionales han enfatizado mucho su información sobre el peso de más, la gordura o la obesidad, como se le quiera mencionar, pero que supone un muy importante problema de salud pública.
Los “memes” abundan al respecto y hablan inclusive de la práctica de artes marciales, hasta el que se desarrolla eh la administración de un gimnasio, en el que ofrecen una membresía de “propósito de año nuevo” que consiste en un día de gimnasio e incluye selfie hasta por 4 ocasiones en los aparatos, es decir, lo que muchos hacemos en este tiempo: pura intención y nada de seguimiento.
Y es que somos muy buenos para iniciar un proyecto de este tipo, pero mejores para abortarlo y dejar que el peso suba y suba, con las consecuentes represalias en la salud que se padecen, y que van desde ahogamiento por no poder ajustarnos la cinta de los zapatos, hasta aspectos cardiovasculares que desencadenan en un infarto o algo parecido.
En ese sentido, la Secretaría de Salud en Tamaulipas ha iniciado una serie de acciones a través de sus centros de salud, clínicas y hospitales, tendientes a fortalecer los programas que buscan que tenga cada tamaulipeco su peso ideal o al menos, se acerque en la mejor proporción a él, conjurando de esa manera muchos problemas de salud que bien significan, además de la molestia y angustia familiar, un ahorro sustancial en los recursos oficiales que, año con año, gastan muchos millones de pesos en aquellas personas con obesidad o sobrepeso.
Comer bien es todo un proceso de educación y formación; hay quien dice que es arte el saber comer, pero lo que sí es cierto es que, cuando aprendemos a hacerlo, mejora nuestra salud y los resultados nos llevan a una vida plena y mejor.
Y en ese sentido, hay mucho qué hacer, iniciando con esa actividad que tenemos que aprender a llevar a cabo pese a lo que sea, venciendo flojera y apatía, y ganando en confianza propia y autoestima, porque quien se cuida se quiere, y quien se quiere desea verse bien, por lo que estas acciones son automáticas.
Es cuando tenemos que voltear a ver a los que saben de estos menesteres, aprender de ellos y tomar lo que nos pueden ofrecer: cuidar la alimentación e incrementar la actividad física, de forma tal que lo resultados se reflejen lo más pronto posible.
Estar gordo no es saludable ni estético: hay que atender esta situación y dejar de amargarnos por haber comido de más, por haber dejado la rutina. Es tiempo de no arrepentirnos por lo que hicimos sino poner una solución a las consecuencias que vivimos.
Y en ese sentido, podemos acercarnos a las instancias que nos ofrece el Sector Salud, atendiendo la recomendación del secretario Norberto Treviño García Manzo, para que podamos gozar de mejor estado de salud, lo que nos conviene a todos.
Ellos hacen una labor importante en ese sentido: corresponde a cada uno de nosotros responder adecuadamente, y tomar las herramientas adecuadas para poder hacer que, el sobrepeso, ese enemigo mortal que nos asola, no cause estragos en nosotros o los nuestros.
Dejar de comer, moverse y atendernos, prioridad de prioridades.

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