Decide abandonar a su familia en EU, para no ser recluida en una cárcel

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Nuevo Laredo, Tamaulipas.-La historia de Virginia no sería diferente a las demás historias de mujeres migrantes, porque en tres ocasiones cruzó la frontera, y esas mismas veces fue detenida y recluida en una celda por ser reincidente.

Tiene 42 años de edad, es originaria de Acapulco, y busca ingresar a Estados Unidos porque desea una mejor vida para ella y para su familia.

En las tres ocasiones cruzó el río Bravo. La primera fue el 23 de septiembre del 2014, pero
la deportaron luego de estar detenida en una cárcel un mes; la segunda ocurrió un mes después, y por ser reincidente pasó 4 meses presa hasta que en febrero del año pasado salió
libre y la deportaron.

Pero el 3 de julio del año pasado cruzó de nueva cuenta el río y fue detenida por agentes de la Patrulla fronteriza. Pasó cinco meses detenida.

Su insistencia es que sus hijos se encuentran en Estados Unidos, aunque dijo que en 1997 cruzó y vivió varios años luego de haber cruzado la frontera por Piedras Negras con documentos de otra persona.

“Mi intención era reunirme con mi esposo, con quien viví 13 años, pero regresé a México por una enfermedad de mi padre, y regresé con mis hijos”, explicó,

Cuando intentó regresar fue detenida y enviada a Houston, en donde un juez le advirtió que no regresara, “pero las cosas no salieron como quería, y ya no puedo regresar, por que me iban a dar 14 meses de prisión”, señaló.

Tiene 5 hijos, tres de ellos están en México y dos son nacidos en Estados Unidos, “pero ya no quiero arriesgar mi vida, porque en una de esas ocasiones nos metieron con más de 60 los coyotes en la caja de un tráiler, y ya me estaba muriendo, por lo que ya no quiero cruzar, señaló.

Luego de su odisea y de ser deportada, se refugió en la Casa del Migrante en donde fue atendida, y desde donde se comunicó con su esposo para decirle que no intentará cruzar la frontera, regresará a Acapulco para dedicarse a sus tres hijos.

En su tierra natal se dedicaba al comercio, vendía comida y ropa, pero aprendió a pintar, por lo que su necesidad de cruzar a Estados Unidos no es por la falta de dinero o de oportunidades, sino para reunirse con su esposo y sus otros dos hijos, lo que ya no podrá hacer en mucho tiempo, porque de ser detenida pasaría muchos meses en prisión.

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