Es increíble que un paseo familiar, un evento en el que uno pretende acompañar a sus hijos, se convierta en una pesadilla, gracias a la falta de atención y puntualidad con que debieran hacerse las cosas.
Algunos pensarán que el tema debiea estar en la sección de deportes, pero los aspectos administrativos no competen únicamente a nuestros colegas deportivos, sino que atañen a la sociedad en su conjunto, y de ella formamos parte.
Las chicas del equipo de fútbol femenil “Titanes” fueron objeto de una injusticia en el evento denominado “Copa TELMEX”, en donde les fue robado un partido. Explicamos:
Llegaron a la etapa semifinal, pero el encargado, coordinador o lo que sea –porque nunca funcionó bien- dijo al entrenador que debían jugar la semifinal en dos partidos, ida y vuelta: ofreció avisar hora del encuentro, sin embargo, avisó al entrenador una hora antes, cuando es prácticamente imposible juntar a las jugadoras.
Hay que entender que todos tenemos cosas muchas qué hacer, y no estamos pegados al teléfono esperando la llamada de alguien, menos de quien se caracteriza por ensuciar el nombre de Telmex y jorobar la existencia de los deportistas.
Finalmente, validó el partido sin equipo y dio el triunfo al otro equipo por default, con marcador de ¡2-0! Hay que enfatizar que el error fue de él, y nunca hizo nada por solventar su yerro.
Se llegó el partido de vuelta y Titanes debía ganar por diferencia de 3 o más goles, que, finalmente, así sucedió, pero en el “inter”, tuvimos que padecer un arbitraje de la peor calidad existente en el pueblo, en la ciudad y en el estado: como siempre, prepotentes, mal educados y cargados a un bando.
La Unidad Deportiva de esta ciudad, lejana, muy lejana, se encuentra hoy en día en un estado de abandono total: basura por doquier que lastima la vista y entorpece el uso de las instalaciones deportivas. No hay servicios de emergencia a pesar de que en todo momento niños y jóvenes se juegan la vida en cada encuentro, porque pueden tener algún problema sin aviso previo.
Los tamauliepcos merecemos un poco de respeto, y los deportistas también merecen un buen trato y facilidades para enfrentar sus compromisos.
La Unidad Deportiva realmente está en pésimo estado, y sucede igual con todos los campos de fútbol con que contamos, que de por sí son pocos, pero en esas condiciones, la mitad están inservibles.
Padecemos ligas misóginas que prefieren el fútbol varonil al femenil, al que le calendarizan los peores campos y horarios, cuidando como siempre ha sucedido, o al menos en los últimos años, a las fuerzas básicas del tristemente célebre equipo local de Correcaminos. Los jugadores de ese club tienen todo tipo de privilegios pro parte de árbitros, directivos y horarios y canchas, no se diga, porque se les dan los mejores.
Nunca un equipo femenil se ha quejado de estas arbitrariedades, pero este domingo fue insultante ver el estado de los campos, y la apatía de la autoridad competente por aliviar este problema.
Entendemos que ya no hay dinero porque se gastaron de más en otros conceptos, pero la juventud no tiene la culpa, menos los niños, así que, debieran hacer pensado en lo que vendría, y no dejarse llevar pro la fatalidad y preparar su salida de un sistema generoso y de bonanza, dejando de hacer lo que deben hacer y para lo que aún cobran. Algunos, muy bien.
Si nos preguntaran, que nadie lo ha hecho, qué pediríamos, diríamos que es necesario que el equipo de transición del gobierno actual al blanquiazul pongan en funcionamiento algunas acciones que garanticen que no se esconden malos manejos, que no se dejan de hacer las cosas, y que, en tanto cambia la administración, los programas siguen siendo importantes y merecen toda la atención de la autoridad en turno.
Nosotros no perdimos, no tuvimos la culpa, y si exigimos servicios de primera línea.
Cambio de actitudes, por favor
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