Nuevo Laredo, Tamaulipas.-En este año, el Instituto Tamaulipeco del Migrante ofreció atención a más de 30 mil mexicanos que fueron deportados de Estados Unidos, y de ese total, el 45 por ciento llegó por Nuevo Laredo, informó Juan José Rodríguez Alvarado, director general de ese organismo.
De ese total, cerca de tres mil fueron mujeres con edades que van de los 30 a los 45 años, además de mil 500 menores de edad, de los que el 9 por ciento fueron menores que viajaron solos al vecino país.
Debido al recrudecimiento de la política antiinmigrante, la mayoría de los deportados son personas que tenían hasta 20 años de vivir en Estados Unidos, lo que ha generado la separación de familias y por consiguiente, un daño moral y psicológico terrible en estas personas que no pueden cruzar la frontera y que pese a sus orígenes en México, es para ellos un país desconocido.
“Hemos detectado que su vinculación con México es poca, y nos cuesta mucho trabajo vincularlos y orientarlos para que tomen la decisión de regresar a sus lugares de origen, ya que todo lo tienen en Estados Unidos, su familia, su trabajo, sus hijos, sus casas y sus pertenencias y sus amigos”, explicó el funcionario.
Pero la preocupación mayor de estos mexicanos deportados es el haber dejado a sus hijos en el vecino país, sumado a la incertidumbre de los riesgos que significa cruzar el río Bravo y el volver a ser arrestados por las autoridades migratorias norteamericanas.
Esta situación era todo lo contrario hace unos años, cuando el 70 por ciento de los que cruzaban la frontera de manera indocumentada, lo hacían por vez primera o con un lapso de tres años o menos de haberlo intentado la primera vez.
“Ahora es lo contrario, porque más del 60 por ciento es gente que ya estaba asentada en Estados Unidos, y que nos los están repatriando, y solo el 30 por ciento es gente que tenía muy poco tiempo de haber cruzado”, explicó.
Dijo Rodríguez que para estas personas la atención psicológica es fundamental, debido al choque emocional que tienen al haber sido separados de sus familias y de un estilo de vida completamente diferente al que les espera al momento de su deportación.
Del total de repatriaciones registradas por este organismo, tres mil son tamaulipecos, aunque otros son deportados por otros estados, por lo que la cifra de familias y de tamaulipecos no es precisa, “y estamos hablando de que el 65 por ciento de ellos ya estaban asentados y viviendo en Estados Unidos, y muchos de ellos con familias e hijos nacidos allá”, explicó.