Y tú ¿cómo festejas el grito?

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La celebración del Grito de Independencia es para México una de las fiestas más populares, la mayoría de las personas acuden a ferias, zócalos de los diferentes estados que conforman la República Mexicana o se reúnen para ver por televisión el momento del grito, en que se recuerda el suceso que dio la libertad a los mexicanos liberándolos del yugo español.

Fue la madrugada del 16 de septiembre de 1810 cuando el párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla, llamó al pueblo a levantarse en contra de la Corona Española y poder lograr la independencia para formar una nueva nación.

Pero fue Ignacio López Rayón, otro de los dirigentes del movimiento, que a la muerte de Miguel Hidalgo, sentó la unificación de los mexicanos y estableció el 16 de septiembre en el documento llamado Elementos Constitucionales como fecha nacional, conmemorándose así desde el año de 1812 la fiesta de Independencia, con salvas de artillería al amanecer, en el balcón del Chapitel en Huichapan, Hidalgo, con el propósito de invitar a los mexicanos a continuar la lucha.

Posteriormente, en la época de Don Porfirio Díaz, es festejo de la Independencia se unió al de su cumpleaños, el 15 de septiembre y la fiesta empezó desde ese día en la noche hasta el 16 de septiembre, fecha en que realmente, en la madrugada, se dio el famoso Grito de Independencia, con el que empezó una larga lucha, que al fin sería ganada por los mexicanos.

Una parte muy importante de los festejos ha sido sin duda la comida, que en el repertorio mexicano cuenta con platillos tradicionales, deliciosos y para el gusto de toda la familia.

Platillos como chile en nogada, tostadas de tinga o pata, pozole y pambazos, cabrito o carne asada, barbacoa, tamales, tacos de diversos tipos, el tradicional mole, pescado a la talla, zarandeado o una langosta con frijoles, sin faltar los panuchos, sopa de chipilín o un pan de cazón, dependiendo de la región.

Al término de la Revolución Mexicana (1910-1920) se inició un movimiento nacionalista, para que los mexicanos se reconocieran a sí mismos, y que el exterior empezara a identificar a México cómo un país moderno y de progreso. Dicho movimiento llegó a hasta las cocinas.

Durante este periodo surgieron los platillos con la denominación “a la mexicana” y tenían como ingredientes base jitomate, chile verde y la cebolla, que evocaban los colores de la bandera. Las mesas se empezaron a decorar con rebozos, las porcelanas fueron sustituidas por platos de barro y los vitroleros de aguas frescas hicieron su aparición.

Varios platillos se tiñeron de verde, blanco y rojo como lo es el pozole, arroz, salsas, ensaladas, aguas y hasta el mismo chile en nogada.

Pero independientemente de dónde estemos ubicados un complemento a las comidas, te ubiques en el mundo este Indispensable en la mesa es al menos una buena salsa, pero ¿por qué no ofrecer dos o tres diferentes?, porque en la variedad hay para todos los gustos.

Fuente:
cronica.com.mx

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