Dice el diccionario que la desconfianza es lo opuesto a la confianza, por tanto, el concepto se utiliza para referir la falta de esta última.
Ausencia de confianza en algo o alguien
A la desconfianza la podemos considerar como una emoción humana negativa porque implica inseguridad sobre las acciones que pueda desplegar alguien en el futuro.
Además se trata de una actitud absolutamente consciente y voluntaria que surge de quien la sostiene y que no depende del otro de ningún modo.
Eso dice la definición.
Gerardo Campos novel coordinador del Instituto Tamaulipeco de Capacitación para el Empleo (ITACE) sirve de ejemplo para la interrogante ¿Todos los trabajadores de la dependencia son corruptos, deshonestos, flojos e irresponsables hasta que no demuestren lo contrario?…
Habla de con tanto énfasis de que 44 plazas laborales que fueron entregadas a igual número de profesores antes de que terminara el sexenio, van a ser revisadas con lupa, para verificar si realmente se las merecen y de no ser así se las van a quitar.
Los trabajadores son el hilo más delgado de la cadena de “corrupción” que Campos insinúa, y someterlos a este tipo de amenazas sobre su seguridad laboral es un agravio a la dignidad con que en teoría debe ser tratado cualquier trabajador sea maestro o intendente.
Se le olvida que hay leyes laborales y que los maestros no van a quedarse atados ante la persecución.
En una administración que inicia y en la que las y los funcionarios deben a contribuir a un bueno gobierno que muchos esperan del que preside Francisco Javier García Cabeza de Vaca…flaco favor le hacen al mandatario en aquellas oficinas, los jefes y las jefas ven en cualquier trabajador cara de corrupción, de holgazanería y sospecha.