No hay ningún documento en poder del productor Omar Suárez que lo posibilite o le dé la autorización de utilizar los derechos de la obra de Juan Gabriel para la puesta en escena “Amor eterno”, aseguran los allegados a la familia del ya fallecido “Divo de Juárez”.
La carta emitida por la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) que el productor ha mostrado, tiene un error, explican fuentes cercanas al cantante. Ese documento, aseguran, después fue revocado. De hecho, en mayo pasado, el productor teatral pidió, vía la disquera Universal Music y aún con Juan Gabriel vivo, el permiso para usar las canciones, a lo que el mismo compositor se negó.
Después de la muerte del intérprete de “Querida”, Suárez se dirigió a la SACM para obtener el documento que hoy exhibe como permiso para usar la música en la obra.
Esta acción, se asegura en el círculo de la familia de Juan Gabriel, no es válida. “El señor Suárez es víctima de sus propias acciones. Se le negó expresamente desde el primer día que pidió el permiso y él ha decidido continuar, pese a todas las negativas tanto de la familia como de Universal Music y la Sociedad de Autores y Compositores de México. El señor sabe perfectamente lo que está haciendo y ahora se hace la víctima”, expresó el publirrelacionista de la familia Aguilera Salas.
¿Qué pasaría entonces si Omar Suárez siguiera con su función de estreno el domingo?
La familia no está preocupada aunque sigue el caso, pero saben que probablemente las autoridades harían una inspección para pedir el documento de autorización.
Si no existe ese documento, se procede a clausurar el teatro, y si hay reincidencia podría haber una pena para Suárez de entre seis a 12 años de prisión.
No se trata, por cierto, de una obra musical en la cual la SACM pueda cobrar un 6% de regalía, como ocurre cuando personajes como Alejandro Fernández hacen homenaje a Juan Gabriel. Eso se denomina ejecución pública pero en el caso de Suárez eso no aplica porque se trata de otro proyecto, una obra que, además, cambia las canciones y eso implica daño moral, dicen los allegados a la familia.- Cristina Pineda
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