Presidente… todos los días

Un poco –o mucho- desconectados de la realidad que vivimos, recordamos aquellos tiempos cuando se buscaba que un chico quera “Presidente por un día”, y los muchachos concursaban para tener el honor de sentarse en la silla principal del Cabildo victorense, donde era un honor presidir los trabajos que se llevaban a cabo.
Tiempos en que los muchachos aprendían qué es ser servidor público, pero más importante: les enseñaban que esos puestos eran para servir.
Y aunque a muchos no gusta, es justo aplaudir la labor que hace la actual administración municipal, en el sentido de dar respuesta a las demandas sociales que, hay que reconocer y aceptar, no se han atendido en su totalidad, porque tenemos hombres que fungen como servidores públicos, no súper héroes.
En ese tenor, vivimos la jornada que llegó a Las Aldeítas limpiando una serie de áreas enmontadas, llenas de basura, atendiendo la pintura de cordones de banquetas y recogiendo todo tipo de desperdicio que muchos de los que nos quejamos del “mugrero en que nos tienen” tiramos a deshoras, logrando hacer crisis donde se debe participar en forma conjunta con la autoridad.
Este tipo de jornadas han sido promovidas e impulsadas por el alcalde de Victoria, Oscar Almaraz Smer, quien se da cita personalmente para escuchar a muchos vecinos. Y los recorridos del alcalde son de todos los días. Ojo.
Seríamos injustos si dijéramos que no está trabajando; es distinto esto a saber que no alcanza ni el tiempo, ni el recurso humano ni el dinero para cambiar Victoria de la noche a la mañana. Hay que estar conscientes que las calles se deterioraron durante lustros –muchos años- y requieren de un mantenimiento que cuesta muchísimo dinero, sin embargo, se está trabajando en ello: vemos cuadrillas todos los días en distintos puntos de la ciudad.
Obvio: a usted y a mi nos gustaría que trabajaran el bache de enfrente de nuestra casa, pero hay que pensar que, bajo ese criterio, habría más de 300 mil baches que atender y nos preguntamos, ¿Cuánto tiempo daría usted para atender cada uno de ellos? Sume tiempos y verá que no se puede hacer todo en un día.
Las escuelas que se encuentran en Las Adelitas, los vecinos y comercios somos testigos de que hay un trabajo muy intenso, y que si bien es cierto que pedimos a gritos la pavimentación y reparación de la avenida Jesús Elías Piña como acceso principal de tiendas y colonos, sabemos que pronto se llevará a cabo esta obra.
Hoy, vimos nuestro campo de futbol más limpio, los camellones y banquetas de la calle Veracruz también, y así, podríamos enumerar todo lo que se ha estado cambiando, y que merece una buena calificación.
Ahora viene lo bueno: nuestra parte:
En principio, hay que pagar el predial y todos los impuestos que se deben cubrir, derechos y multas, a efecto de que el Ayuntamiento cuente con recursos para trabajar, y en segunda instancia, hacer lo que debemos.
No es posible decir que Almaraz no atiende la recolección de basura cuando: en inicio, él no conduce los camiones: él administra el Ayuntamiento, y en segunda instancia, que no contamos nunca: hay un horario para sacar los desperdicios y la gente los saca casi inmediatamente de cuando pasó el camión, propiciando que se amontone y perros y gatos hagan un desastre, aunado a los pepenadores que rompen todo y destrozan el orden que había.
O sea: el problema es de Almaraz, de usted, del vecino, del que conduce el camión, pero no es de uno solo, sino de todos, y si no hacemos eso que nos toca, como que no hay derecho a reclamar.
Y así lo trasladamos a semáforos, alumbrado y más: si nuestros hijos van y pintan bardas o destrozan juegos infantiles, ¿por qué exigimos que nos los arreglen?
Sería mejor colaborar, hacer lo nuestro y exigir a los familiares que no hagan destrozos, que colaboren. Creemos que entonces habría un mayor cambio, muy notorio y más digno de aplausos.

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