Nuevo Laredo, Tamaulipas.-El ex dirigente de bares y cantinas del Centro Histórico, Rene Molano, mencionó que en poco más de un mes la secretaría de Finanzas de Tamaulipas ha cerrado más de 50 negocios de este tipo, lo que ha dejado en la incertidumbre y sin trabajo a más de 200 familias que dependen de este ramo.
Se quejó de que mientras las autoridades cierran negocios pequeños, permite que otros como las tiendas de conveniencia aumenten con pocas restricciones para la venta de bebidas alcohólicas, por lo que dijo que la actual Ley de Alcoholes de Tamaulipas, ya es obsoleta.
“La Cámara de Comercio no hace nada porque tiene miedo que nos afiliemos más de nuestro giro, y que le demos una sorpresa en la próxima asamblea, y no se interesa por el comercio organizado, y Jaime Mireles, presidente de Canaco, está en su limbo”, argumentó.
Cuestionó: ¿Cómo es posible que un presidente de Cámara de Comercio quiera afiliar a los ambulantes, cuando los estatutos no lo permiten? Tiene que proteger al comercio organizado”, expresó molesto el comerciante.
Desmintió la versión de Canaco de que estaban cerrando estos negocios por falta de pago al gobierno estatal, al decir que desde el dos de febrero en que comenzaron los operativos de revisión y cierre, la Secretaría de Finanzas no les ha proporcionado un dictamen para que se pueda presentar una revocación, por lo que estimó que lo que se quiere es que se multen estos negocios para que paguen por situaciones menores.
La cantidad que mencionó de negocios cerrados aumenta cada día, y que hasta el momento los tres diputados locales no se han interesado en este problema, por lo que dijo que la intención del gobierno estatal es regular este tipo de negocios, y señaló a gobiernos anteriores al haber negado licencias a nuevos establecimientos de este tipo, “para darle entrada a las tiendas de conveniencia y cerrar las tiendas de abarrotes y depósitos que vendan bebidas alcohólicas”, expresó.
Dijo que de acuerdo a la Ley de Alcoholes en la entidad, a excepción de restaurantes bar, casinos, discotecas y centros nocturnos, pueden estar cercanos entre sí, pero los depósitos, tiendas de abarrotes y cantinas se les obliga a estar distantes 200 metros alejados entre sí.
Ello permitió, dijo, que los restaurantes bar aumentaran en la ciudad, lo que tema de reclamo por los cantineros organizados, “pero el reclamo fue a destiempo y hay muchos de esos negocios que no funcionan como restaurantes bar”, señaló.
Reiteró que con el cierre de esos negocios abunda el desempleo en la ciudad, lo que obligará a muchos de los comerciantes de este tipo de giros, a incrementar las filas del ambulantaje, ya que como mínimo, dijo que en cada negocio cerrado trabajaban al menos cuatro personas que sostenían una familia, lo que representa 200 personas sin empleo desde el dos de febrero.

