Un grupo de científicos en Estados Unidos descubrió que la piel de la semilla del aguacate esconde una “mina dorada”, abundante en compuestos químicos que hasta ahora no habían sido reconocidos.
Esos elementos podrían ser usados para el tratamiento de enfermedades y aprovechados por la industria cosmetológica, de perfumes y otras.
Los recientes descubrimientos fueron dados a conocer en el 254º Encuentro Nacional de la Sociedad Química Estadounidense (ACS, por sus siglas en inglés), celebrado en Washington DC.
“Las semillas de aguacate, que nadie quiere, son en la actualidad la gema de las gemas debido a sus componentes médicos, que podrían ser utilizados para combatir el cáncer, enfermedades del corazón y otras dolencias”, declaró Debasish Bandyopadhyay, miembro del Departamento de Química de la Universidad de Texas, institución ubicada en el Valle del Río Grande.
Según el experto, los resultados de las más recientes invetigaciones sugieren que la piel de la semilla es también “una fuente potencial de químicos que son utilizados en plásticos y otros productos industriales”.
Al menos 5 millones de toneladas de aguacate son producidas a escala mundial. De ellas, tan sólo los estadunidenses consumen casi 2 millones cada año, indicó la Junta del Aguacate Hass, sobre todo cuando tiene lugar el Super Tazón o ‘Super Bowl’.
Los investigadores molieron alrededor de 300 cáscaras secas de semillas de aguacate que luego fueron procesadas para obtener ‘tres cucharaditas’ de aceite y 30 gramos de cera.
Al hacer después un análisis de complejo nombre –cromatografía de gases/espectrometría de masas (GC-MS)–, los investigadores encontraron 116 compuestos en el aceite y 16 en la cera, muchos de los cuales no habían sido detectados previamente en las mismas semillas.
Entre los componentes del aceite se encontró alcohol behenílico (también conocido como docosanol), que es un importante ingrediente en la elaboración de medicamentos antivirales.
Asimismo, los expertos hallaron heptacosano, una sustancia de la que se cree que podría inhibir el crecimiento de células tumorales. También lograron aislar ácido dodecanoico, que aumenta las lipoproteínas de alta densidad (conocidas como HDL) y reduciría el riesgo de padecer arterosclerosis.
En la cera, los científicos detectaron ftalato de benzilo y butilo, un éter plastificante utilizado para potenciar la flexibilidad de numerosos productos sintéticos, que van desde cortinas de baño hasta dispositivos médicos. De igual manera, hallaron bi (2-butoxietil) ftalato, que se usa en la industria cosmética, e hidroxitolueno butilado (BHT), que es un aditivo de usos alimenticios.
En su informe, Bandyopadhyay indicó que él y su equipo buscan modificar varios de estos compuestos naturales de manera que puedan ser utilizados para crear medicamentos o para aminorar sus efectos secundarios.
Fuente:
RT.com