Cambio universitario

A partir de este 30 de noviembre inicia un nuevo camino en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, al rendir protesta el ingeniero José A. Suárez Fernández como rector de la máxima casa de estudios tamaulipeca, en sustitución del Maestro Enrique Carlos Etienne Pérez Del Río, quien posterior a su cuarto y último informe, entrega la rectoría a Suárez Fernández, quien inicia una gestión con gran des compromisos académicos y de otra índole.

Aunue oficialmente el ingeniero Suárez comienza actividades con el año de 2018, la fecha presente marca un importante parteaguas enla vida universitaria, y es el inicio de muchos proyectos: gente que viene a hacerse cargo de algunas áreas sustantivas tendrá un mes de diciembre lleno de trabajo, en el que planearán el rumbo de la nueva universidad.

Siendo justos, hay que reconocer que la función de Etienne Pérez Del Río ha sido positiva, que ha dejado cambios importantes, sobre todo, en el aspecto económico, el coco de los mexicanos y donde se presentan siempre anomalías; Etienne deja una universidad sana en ese sentido, y con un importante orden económico, donde se procuró gastar bien el dinero y no tirarlo en cosas superfluas.

Nadie puede decir que fue una administración perfecta, pero tampoco se puede afirmar que ha habido irregularidades: el equipo del rector que concluye se esmeró en aspectos como la investigación y la academia. En esos rubros, hubo gente que no hizo la tarea adecuadamente, pero otros cumplieron con creces.

En el aspecto económico, se metió orden en varios aspectos que permitían la distracción de recursos para gastos que no son precisamente prioritarios ni trascendentes. Los recibos y más para pagar recursos de lujo o innecesarios se disminuyeron a su máximo potencial. Cierto, hay uno que otro vivales que aún saca dinero de ahí, pero la administración se propuso, logrando buenas cifras, limpiar a la çuat en ese sentido.

Y suponemos, por su capacidad y honorabilidad, que Pepe Suárez seguirá un camino similar, y la universidad tamaulipeca estaré mejor que antes, y cada vez se podrá eficientar un gasto del gobierno que se emplea para la educación, y que todos esperamos siempre que sea positivo en todo.

Los que no gustan del orden y los burócratas escolarizados tendrán que buscar otros derroteros, porque la Universidad está cambiando y buscamos la eficiencia en investigación, formación de recursos humanos y en colaboración con la sociedad, y seguramente en la administración de Suárez Fernández se podrá ver mucho de esto, porque el rector Suárez es una persona con una vida dentro, que conoce el funcionamiento de la UAT y sabe qué hay que hacer para mejorarla.

Esperamos cambios importantes en la UAT, principalmente en el aspecto de la academia, donde se debe ajustar una serie de programas y acciones en aras de mejorar los resultados, y que se pueda trascender en otros niveles, la capacitación en otras universidades debe ser objeto de una profunda revisión para que los que se van tengan motivos para hacerlo, y sigamos enviando gente al extranjero, pero de esa que trae productos latentes, contables de sus viajes y estancias. Eso necesita la Universidad, y eso tienen los universitarios.

Tiempo es de echar de la UAT a la gente que no cumple y dar oportunidad a esos valores que se han formado en los últimos años y reclaman un lugar. Con las jubilaciones que se han presentado se puede concursar una serie de plazas para los recursos humanos que necesitamos en bien de todos.

La UAT ha subido mucho su nivel académico y de investigación, y seguramente con el rector Suárez Fernández habrá cambios para mejorar, para superar lo que se ha realizado, y para seguirnos sintiendo orgullosos de la máxima casa de estudios tamaulipeca, nuestra alma Mater, la que nos ha abrigado por años en varios niveles y rubros. Nuestra querida Universidad Autónoma de Tamaulipas.

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