¿Por qué AMLO propone una consulta para decidir sobre la construcción del nuevo aeropuerto de Ciudad de México?

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El Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es uno de los temas más polémicos que hereda el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Y para resolverlo el presidente electo convocó a una consulta nacional y decidir entre dos opciones.

La primera, mantener el actual proyecto que se realiza desde 2015 en el lecho de lo que fue el lago de Texcoco.

O suspenderlo y construir en su lugar dos pistas adicionales en la Base Aérea Militar de Santa Lucí­a, a 40 kilómetros al norte de Ciudad de México.

Esto implicarí­a conservar la actual terminal aérea que opera dentro de la capital del paí­s.

En ambos casos existen elementos técnicos en favor y en contra, como reconoce el propuesto como secretario de Comunicaciones y Transportes en el próximo gobierno, Javier Jiménez Espriíº.

Uno de ellos, por ejemplo, es que cancelar el NAIM costarí­a 100.000 millones de pesos, US$5.300 millones.

Por eso no es sencillo tomar una decisión, dice López Obrador. œLo puedo resumir con las palabras de El Quijote: llamo al pueblo de México a que nos ayuden a desfacer entuertos, dijo en una conferencia de medios.

œQue nos ayuden a resolver sobre este asunto complicado y difí­cil que heredamos, pero que tenemos que enfrentar de la mejor manera posible.

El proceso para tomar una decisión se realizará en dos partes: desde este viernes se publicaron en internet los estudios técnicos de cada proyecto.

La idea, señala el presidente electo, es que con esa información se realicen debates píºblicos y en medios para analizar el tema. œQueremos que se hable mucho de esto, señala.

En la íºltima semana de octubre se realizará la consulta o una encuesta, pues el método aíºn no se define.

El resultado será acatado por el próximo gobierno, asegura AMLO, como se conoce en México al presidente electo.

œQue se definen los criterios y se tome al final la decisión más conveniente al interés nacional.

La polémica
El nuevo aeropuerto de México es la obra píºblica más grande en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Desde su anuncio, a mediados de 2014 “las obras iniciaron meses después“ el proyecto desató controversia.

Muchos criticaron el costo inicial superior a 169.000 millones de pesos, unos US$9.000 millones en la cotización de ahora.

Otros cuestionaron la zona donde se construye, el lecho de lo que fue el lago de Texcoco, un terreno con problemas de hundimientos e inundaciones.

También se denunciaron irregularidades en la asignación de algunos contratos, además que las comunidades vecinas acusan un profundo daño ambiental en la zona.

Cancelar la obra fue una de las ofertas principales en la campaña de López Obrador, aunque tras ganar las elecciones matizó su propuesta.

El presidente electo ofreció, por ejemplo, que se podrí­a mantener pero concesionada a quienes la realizan o a otros grupos empresariales.

Al final dijo que el destino de la terminal se decidirí­a en la consulta que ahora inicia.

En su campaña, por cierto, siempre mantuvo la idea de construir dos pistas adicionales en la base aérea militar de Santa Lucí­a en lugar de un nuevo aeropuerto.

Las instalaciones funcionarí­an de manera conjunta con la actual terminal en Ciudad de México.

Alto costo
Para realizar la consulta, el equipo de López Obrador solicitó estudios técnicos de las dos opciones que ahora se analizan, y que contienen elementos en favor y en contra de cada uno.

Una de las ventajas del aeropuerto que se construye en Texcoco, por ejemplo, es su cercaní­a con la capital del paí­s y la posibilidad de crear œun gran centro de operaciones y de conexión internacional, explica Jiménez Espriíº.

Además el gobierno federal es dueño de las 5.000 hectáreas donde se realiza la obra, la cual tiene asegurado el 75% del financiamiento para concluirla.

El resto se puede financiar con los ingresos por impuestos cuando inicie operaciones y los que provienen de la actual terminal aérea, el Aeropuerto Internacional Benito Juárez.

De concretarse, el NAIM tendrí­a mayor capacidad en el largo plazo. El plan es que en al iniciar operaciones reciba a 50 millones de pasajeros al año y en su máxima operación la cantidad serí­a de 120 millones.

Actualmente en la construcción hay un avance de 31% de las obras.

Sin embargo, en el proyecto también hay desventajas. El costo de construcción, por ejemplo, pasó de 169.000 millones de pesos a 300.000 millones actualmente (US$16.000 millones).

Una de las razones es el encarecimiento en el precio del dólar. En 2014, cuando se anunció el proyecto, costaba un promedio de 13 pesos. La cotización actual es de 19.

Existen œaltos costos de mantenimiento, aíºn por determinar, señala Jiménez Espriíº, además que hay un retraso de cuatro años en la construcción.

Los estudios técnicos advierten de riesgos en el eventual inicio de operaciones, pues es necesario desactivar la actual terminal aérea al mismo tiempo que se inaugura la nueva.

Otra desventaja es que el funcionamiento del NAIM obligarí­a a clausurar no sólo la terminal Benito Juárez, sino también la base militar de Santa Lucí­a.

El costo de operaciones serí­a más alto del actual lo que repercutirí­a en el costo del pasaje dice Jiménez Espriíº.

Y por íºltimo serí­a necesario transformar el Lago Nabor Carrillo que contiene los restos del antiguo lago de Texcoco y que actualmente funciona como área ambiental para preservar aves migratorias y otras especies.

En su lugar, el vaso se convertirí­a en una laguna de regulación para prevenir inundaciones en el NAIM.

œInviable
En el caso del proyecto para construir dos pistas en la base aérea de Santa Lucí­a y conservar el actual aeropuerto Benito Juárez también hay algunas ventajas, dice el propuesto como secretario de Comunicaciones.

De entrada, el plazo para iniciar operaciones serí­a menor al NAIM, que inicialmente serí­a inaugurado en 2020 aunque ahora no está claro por el retraso en las obras.

El suelo en el municipio de Zumpango, Estado de México, donde se encuentran las instalaciones militares es más firme que el lecho del exlago de Texcoco, recuerda Jiménez Espriíº.

Otro elemento positivo es la inversión: las dos pistas y un edificio para recibir a los pasajeros costarí­an 70.000 millones de pesos, uno US$3.700 millones.

El pago del mantenimiento de la terminal serí­a menor al del NAIM. También se contarí­a con dos aeropuertos en operación en la región.

Eso œdarí­a mayor protección a Ciudad de México en caso de siniestros como terremotos tormentas o actividad volcánica, señala el propuesto secretario de Comunicaciones.

Las desventajas: un estudio del Centro para el desarrollo de sistemas avanzados para la aviación de la corporación Mitre, advierte que la operación simultánea de la base militar y el aeropuerto Benito Juárez œno es viable.

El Centro es parte del Instituto de Tecnologí­a de Massachusetts (MIT).

En cambio, algunos especialistas que colaboran con el equipo de López Obrador dicen que sí­ es posible mantener las dos terminales aéreas en funcionamiento.

Saber quién tiene la razón implica contratar un estudio independiente que podrí­a costar 150 millones de pesos, cerca de US$8 millones.

El proyecto aumentarí­a el costo de operación de las aerolí­neas además de œincomodidades para los pasajeros, reconoce Jiménez Espriíº.

El plan que planteó AMLO en su campaña es que el actual aeropuerto se destine para vuelos nacionales y la base militar para operaciones internacionales.

A esto se suma el costo de 100.000 millones de pesos por cancelar la construcción del NAIM.

œImplicarí­a negociaciones con acreedores, contratistas y costos que tendrí­an un impacto considerable en el presupuesto federal de 2019, dice Jiménez Espriíº.

œTambién habrí­a un posible impacto negativo en los mercados financieros.

Estos son los elementos con que los mexicanos decidirán qué nuevo aeropuerto se construye en el paí­s. Qué sucederá se conocerá después de octubre.

Fuente:
BBC.co.uk

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