Reynosa y sus leyendas de fantasmas

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Reynosa, Tamaulipas.-No por el hecho de estar ubicado en la frontera, lejos de los estados de la repíºblica ricos en leyendas, en donde es prolí­fico el folclore del Dí­a de Muertos, Reynosa también tiene muchas historias y leyendas que contar, muchas de ellas del dominio popular, pero otras cautivantes y que proporcionan esa dosis de miedo y temor que todos desean en sus vidas.

A diferencia del miedo, la ansiedad despierta la expectativa a lo desconocido, es algo inevitable en la vida cotidiana de cualquiera, pero cobra énfasis en el Dí­a de Muertos y Noche de Brujas.

Reynosa aporta muchas leyendas, algunas difí­ciles de comprobar su autenticidad, pero otras más que han pasado de boca en boca por generaciones que ahora son tomadas como dogma y libres de cualquier duda.

Hace muchos años, el Panteón Municipal se encontraba en los terrenos que hoy ocupa el Hospital del ISSSTE œDr. Baudelio Villanueva Martí­nez, en 1944 se trasladó al Guadalupano frente al Parque de Béisbol œAdolfo López Mateos.

Desde entonces, cuando se efectuó el cambio de uso de suelo y se construyó el complejo médico, empezaron a circundar historias de fantasmas.

Quizás es el más popular tiene que ver con un hombre de avanzada edad que se pasea por los jardines posteriores, camina con la mirada perdida al caer la tarde antes del anochecer, pero no balbucea palabra alguna y de pronto se pierde por donde se encuentran las calderas.

Una más tiene que ver con una enfermera muy conocida y querida que síºbitamente falleció y dicen que su alma anda penando por los pasillos, asustando y sorprendiendo a los derechohabientes y personal.

œDe repente se aparece frente a enfermos o bien les mueve la cama, pero nunca ha pasado de eso, dice, un enfermero con muchos años de labor en el ISSSTE.
El Hospital del Seguro Social tampoco es ajeno a estos sucesos paranormales incomprensibles, una historia alude a un anciano que iba a visitar a su hijo internado en el Hospital General, pero lamentablemente fue atropellado enfrente a la Institución y no pudo llegar a su cita.

Tiempo después de su muerte, gentes que juran haberlo visto, afirman que éste ancianito muerto, se aparece por los pasillos del Hospital o en los patios preguntando por su hijo.

EL MUERTO QUE PIDE RAID
Una de las leyendas populares que desde hace años corren en Reynosa es la de un joven que falleció hace tiempo y se aparece en las afueras del Panteón Valle de la Paz allá por la Carretera a Monterrey.
Resulta que el ánima en pena se aparece en la banqueta del exterior del cementerio y pide la parada a taxistas, pide ser llevado a su casa y tras llegar a su destino pide al chofer esperar para sacar dinero y liquidar el viaje.

Sin embargo, pasa el tiempo y el joven no sale, por lo que el chofer toca a la puerta de la vivienda, saliendo un hombre de edad avanzada, cuando es informado de la espera de pago, pasa al trabajador del volante y pide señales del pasajero, cuando se dan los detalles el hombre informa que se trata de su hijo, pero muerto hace muchos años.

Volviendo al Panteón Guadalupano, también son muchas las historias, una de ellas se refiere al llanto de una mujer vestida de blanco como novia cuya figura etérea vaga por los corredores del camposanto llamando al amor de su vida.

Uno de los trabajadores que pide guardar su identidad, dice que ellos ya están acostumbrados, y explica que es una muchacha próxima a casarse, pero que trágicamente su novio perdió la vida en un accidentes y ella se quedó esperándolo, muriendo al poco tiempo y ahora regresa del mundo de los muertos para buscarlo.

Visitantes y trabajadores coinciden en admitir que mientras se encuentran recorriendo el cementerio han visto y escuchado cosas que no comprenden, risas, llantos, susurros y palabras son parte del anecdotario, pero sin motivo o razón aparente.

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