Matamoros, Tamaulipas.- Los obispos de las Diócesis de Matamoros, Nuevo Laredo y Piedras Negras, establecieron una coordinación para apoyar a los migrantes hondureños que buscan llegar a los Estados Unidos.
En un mensaje, el Obispo de la Diócesis de Matamoros, Eugenio Andrés Lira Rugarcía, señaló que de esta forma la iglesia católica se suma a la ayuda que realicen las autoridades en torno a los migrantes centroamericanos.
Indicó que la iglesia pone a disposición de los migrantes, los recursos con los que cuenta, como son casas de migrantes, bancos de alimentos y caritas, y de igual forma, exhortó a la población a ayudar a los migrantes.
Así, los obispos de Nuevo Laredo, Enrique Sánchez Martínez; de Piedras Negras, Alonso Gerardo Garza Treviño y de Matamoros, Eugenio Andrés Lira Rugarcía, acordaron estrategias de ayuda para los migrantes.
En su mensaje, el obispo de Matamoros señaló: preocupados por el bien de nuestros hermanos de la caravana migrante, y buscando la forma concreta en que podemos tenderles la mano, los obispos de las fronterizas diócesis de Piedras Negras, Nuevo Laredo y Matamoros nos hemos reunido.
Esto, agregó: animados por la enseñanza y el ejemplo de Jesíºs, que muchos católicos y personas de buena voluntad han seguido al brindarles apoyo a lo largo de su camino.
Conscientes de que la responsabilidad de atender a los migrantes compete, ante todo a las diversas autoridades federales, estatales y municipales, hemos acordado promover encuentros para coadyuvar con ellas.
œIncentivando la participación de otras iglesias y de las organizaciones de la sociedad civil, a fin de velar por la integridad, la salud y los servicios que los migrantes requieren, así como por su seguridad y la de todos los que los atienden.
Indicó: también hemos acordado servir como vínculo entre los migrantes y las autoridades; organizar y poner a su disposición los distintos recursos diocesanos con los que contamos, como casas de migrantes, bancos de alimentos, cáritas, etc..
œInvitar, exhortó, œa los fieles a apoyarlos con agua, alimento y ropa; convocar y organizar a los voluntarios para atenderlos; prestarles servicios pastorales, como Misa, confesión, escucha, charlas; fomentar la solidaridad entre las diócesis fronterizas de México y Estados Unidos para enviar ayudas a los lugares donde lleguen y mantener una estrecha comunicación.
Eso, para apoyarlos en sus necesidades; promover una cultura que, viendo a los migrantes como personas con dignidad y derechos, nos impulse a todos a acogerlos, protegerlos, promoverlos e integrarlos, como ha pedido el Papa.
Sin duda, mencionó, lo numeroso de la caravana migrante presenta un reto para las autoridades y para la sociedad. Pero también es una oportunidad para ejercer la solidaridad y crecer en humanidad.
Con esta convicción invitamos a todos a que, confiando en Dios y en la intercesión de la Madre de Guadalupe, sumemos esfuerzos para tender la mano a nuestros hermanos migrantes, indicó.