Las pinturas rupestres de Cuevas Pintas, de Baja california Sur, serán las primeras replicadas en 3D y casi de su tamaño natural para ser exhibidas en el nuevo contenido museológico que estrenará este año el Museo de las Misiones Jesuíticas de Loreto, anuncia el INAH.
A causa del cambo climático, el abrigo rocoso de 11 metros lineales por cinco metros de profundidad que, en un área de cinco metros de longitud por tres de altura, tiene distribuidas 25 pinturas con representaciones de cuadros, líneas verticales, paralelas y pintura dactilar (hecha con los dedos), así como una figura que parece ser el caparazón de una tortuga, fue enterrado temporalmente para su conservación, señala la restauradora Sandra Cruz.
Explica la especialista del INAH que cada una de las pintura no rebasa los 50 centímetros de alto. œPor sus características excepcionales, en 1998, el INAH llevó a cabo trabajos de conservación y habilitó el sitio con cedulario y barandal para la visita píºblica.
Sobre su enterramiento en 2016, señala Sandra Cruz, se tomó por decisión colegiada y es un sistema de protección con ambiente monitoreado. œEn el caso de Cuevas Pintas consistió en la colocación de una serie de capas de arenas muy finas (70 metros cíºbicos), perfectamente seleccionadas en cuanto al tamaño y tipo de partícula microscópicamente, lavadas y cernidas, intercaladas con membranas de material geotextil, cubriendo aproximadamente tres metros de espesor que al final se reforzó y confinó con gaviones perimetrales, en tanto deje de caer material de las partes altas que pueda dañar la pintura y el paraje se estabilice.
REPROduCCIí“N. Esta réplica en 3D es la primera de un abrigo rocoso con pintura rupestre que se hace en México. Se realizó a 85 por ciento del tamaño real, de esta pintura rupestre de más de seis mil años en las sierras de la península de Baja California, que además es apreciada en el mapa mundial del patrimonio cultural por la impronta humana expresada en diversos estilos pictóricos, pero con elementos simbólicos, conceptuales y rituales compartidos.
Para lograr la reproducción de las pinturas, los expertos del INAH hicieron un registro exhaustivo del sitio con el objetivo de recuperar toda la información posible y buscar salidas de divulgación y, sobre todo, de socialización, de modo que la comunidad no pierda el vínculo con su patrimonio.
A partir del escaneo láser, la fotogrametría, el levantamiento 3D y el registro fotográfico de alta definición del sitio se pudo elaborar la réplica fiel.
Sandra Cruz comenta que algunos museos del país, como el Nacional de Antropología, cuentan con aproximaciones de aspectos de manifestaciones rupestres: piezas museográficas basadas en fotografías. En este caso, es la primera réplica fiel de un sitio: se reproduce la realidad en términos volumétricos, así como las características de las pinturas, las alteraciones de la roca y de las imágenes y los rasgos básicos del abrigo, como sus grietas y diferentes tonalidades.
Para su elaboración se seleccionaron materiales que cubren las características y requerimientos de una pieza museable, sin ser un objeto museográfico de ambientación, sino un œdocumento producido por una investigación, concebido como fuente de información arqueológica y cultural. Su producción, más que un proceso técnico o artístico ha sido de investigación científica, dice la restauradora.
La estructura se elaboró dividiendo la réplica en una retícula de cinco módulos (horizontales) y tres niveles de altura (verticales), integrando 15 módulos independientes que serán ensamblados dentro de un soporte sintético, reforzado con otro auxiliar de metal. Las placas de cada módulo se elaboraron con poliisocianurato (un material ligero pero rígido, duradero y que no es atacado por plagas), cortadas con equipo de CNC (instrumento que decodificó el registro en 3D y lo reprodujo sobre las placas, trazando y realizando los cortes). Los acabados son vinílicos y acrílicos de larga duración y de la más alta permanencia.
Fuente:
RT.com
