Narcosatánicos a 30 años de la historia negra de Matamoros

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Matamoros, Tamaulipas.-Hace 30 años, un dí­a como hoy se dio a conocer a nivel mundial una de las noticias más sorprendentes y escalofriantes del siglo XX, y fue precisamente aquí­ donde se informó sobre aquel aterrador suceso al que se le conoció como El Caso de los Narco-satánicos.

Aquel dí­a, 11 de abril de 1989 la vida en Matamoros transcurrí­a de manera normal. Un mes antes acababa de pasar el llamado Springbreakers, que es la visita de miles de jóvenes estudiantes norteamericanos, quienes año con año vení­an a esta frontera en busca de diversión, la que era desenfrenada.

Y es que aquí­, en esta ciudad encontraban lo que en su paí­s les prohibí­an, por no tener la mayorí­a de edad, como es el excesivo consumo del alcohol, lo que tal vez llevó al joven Mark Kilroy a hacer contacto con dos personas la madrugada del 15 de marzo de aquel año, y quienes lo secuestraron por la avenida ílvaro Obregón.

Mark, un estudiante de Medicina de la Universidad de Texas, durante la fiesta en los bares de Matamoros era acompañado por sus amigos Bill Huddleston, Bradley Moore y Brent Martin, quienes aseguraron en su momento que todo sucedió cuando ya iban de regreso a Estados Unidos.

Se dieron cuenta que Mark, cuando caminaba hací­a el Puente Nuevo hizo contacto con dos jóvenes de su misma edad, mexicanos, pero todo fue muy rápido, pues no se dieron cuenta cuando subieron a su amigo, quienes estaba muy ebrio, a una camioneta.

El reporte de la desaparición del joven estudiante se hizo, pero no fue sino hasta el 5 de abril de 1989, con el arresto de David Serna Valdez, cuando se empezó a conocer sobre el secuestro de varias personas, y entre ellos se encontraba Mark, quien ya habí­a sido asesinado.

RANCHO SANTA ELENA

David Serna fue detenido después de haber burlado un retén policiaco que se habí­a instalado por la carretera a Reynosa, luego de que agentes federales lo siguieron hasta un rancho conocido como Santa Elena, en donde encontraron droga, armas y 11 vehí­culos.

Para entonces aíºn no sabí­an nada de las personas asesinadas, sin embargo, y debido a que David Serna estaba seguro que nada le sucederí­a, pues aseguraba a los investigadores policiacos, que estaba protegido, que las balas de la policí­a no le hací­an nada.

Tras continuar con la investigación, la policí­a detuvo a Sergio Martí­nez (a) œLa Mariposa; Serafí­n Hernández junior y a Elio Hernández (a) œEl Pequeño Elio, quienes al igual que David Serna, se decí­a protegido por œEl Padrino, un brujo cubano.

Fue cuando al continuar con las investigaciones y se dieron cuenta que en el rancho Santa Elena habí­a varios cuerpos sepultados. Fue el 11 de abril cuando se inició con la exhumación de 13 cuerpos que estaban en nueve fosas y, entre ellos estaba el de Mark Kilroy, el joven estudiante desaparecido.

SORPRENDENTES ESCENAS

Los agentes investigadores se aterraron al ver los cadáveres, pues los cuerpos habí­an sido descuartizados para llevar a cabo ritos de vudíº, de palo mayombe, brujerí­a.

Los detenidos confesaron que a las personas muertas, las habí­an sacrificado, por orden del œPadrino, quien más tarde fue identificado como Adolfo de Jesíºs Constanzo, un cubano-norteamericano dedicado a la brujerí­a.

í‰l, junto con La Madrina, Sara Marí­a Aldrete, una joven entonces de 25 años y originaria de Matamoros, dirigí­an la banda dedicada al robo de vehí­culos, así­ como droga a bandas contrarias.

Pero también realizaban sacrificios humanos, con la finalidad de conseguir protección, aseguraron los detenidos a las autoridades, las que se dieron a la tarea de buscar a los demás integrantes de la banda, para entonces ya conocida como Narco-satánicos.

De acuerdo a las declaraciones, cuando realizaban sacrificios humanos, estos solo los podí­an hacer Constanzo y Elio Hernández.

Sobre el sacrificio de Mark Kilroy, se dijo que para protegerse de las autoridades norteamericanas, habí­a que sacrificar a un œgringo, y es por ello que después de secuestrarlo, en un ritual le abrieron la cabeza con un machete.

Le extrajeron la columna vertebral y con esos huesos, se hicieron collares para la protección de los integrantes de la banda.

HUYEN Y LOS DETIENEN

El caso atrajo la atención no solo de todo México, sino a nivel internacional, y fue todo un suceso que marcó por algunos años la imagen de Matamoros, pero que hoy en dí­a ya se ha podido superar.

Tras el descubrimiento de la banda y aquellos aterradores sucesos, en todo el paí­s se inició la bíºsqueda de los demás integrantes de la banda de los Narco-satánicos.

Para ese momento, los prófugos eran Adolfo de Jesíºs Constanzo, Sara Marí­a Aldrete, Alvaro de León Valdés (a) œEl Dubí­, Omar Orea Ochoa, Martí­n Quintana, entre otros.

Los buscaron por todo el paí­s, hasta que el seis de mayo los localizaron en un departamento, en la Ciudad de México, donde tras un intenso tiroteo, la policí­a logró detener a varios de los integrantes de la banda.

Durante el tiroteo, Adolfo de Jesíºs Constanzo tiró por la ventana del departamento, en la colonia Cuauhtémoc, varios billetes, mientras les gritaba a los elementos policiacos que no lo iban aprehender.

En el lugar de los hechos, en un closet, quedaron los cuerpos de Adolfo de Jesíºs Constanzo y el de su amante, Martí­n Quinta, quienes fueron asesinados por œEl Dubi, esto, por órdenes de El Padrino, pues éste les aseguró que regresarí­a del más allá.

En estos momentos, tres de los narcosatánicos: Sergio Martí­nez (a) œLa Mariposa; Serafí­n Hernández junior y a Elio Hernández, se encuentra presos en el penal de Ciudad Victoria, en Tamaulipas.

Mientras que Sara Marí­a Aldrete se encuentra en la cárcel de mujeres, en la ciudad de México, así­ como otros miembros del clan, pues aíºn les queda muchos años por purgar por los crí­menes que cometieron.

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