En Cuarentena feligreses celebran œDomingo de Ramos

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Reynosa, Tam.-En Cuarentena por causa de la Emergencia Sanitaria por Coronavirus, feligreses católicos celebran el Domingo de Ramos que inicia la conmemoración de la Semana Santa que recrear la vida y pasión de Jesíºs.

Tras la disposición emitida hace unas semanas por la Diócesis de Matamoros, las festividades de la Semana Santa se escenificaran desde las casas de los católicos al restringirse las homilí­as en las Iglesias.

En Reynosa la ví­spera de la Pascua con la celebración del œDomingo de Ramos que evoca la entrada de Jesucristo a Belén, en donde compartió su ultima cena, y su detención y juicio que lo llevó a la crucifixión.
Segíºn los evangelios, la llegada de Jesíºs coincide antes de iniciar su pasión, muerte y resurrección como también lo refieren los apóstoles en sus encí­clicas en torno a la vida de Jesucristo.

Los feligreses por condición que impone la Cuarentena ante la Emergencia Sanitaria podrán concluir con esta tradición de fe desde sus casas en familia y sin riesgo a su salud al prohibirse las concentraciones en Iglesias.

SIGNIFICADO DEL DOMINGO DE RAMOS

La entrada de Jesíºs a Belén es celebrada con la aclamación de ser el Hijo de Dios y las personas lo celebraron ondeando ramas de árbol y palmeras de ahí­ proviene utilizar ramos de palma y ramas de árbol como Pirul y otras para evocar aquella entrada triunfal.
En la Semana Santa se celebran los misterios de salvación realizados por Cristo en los íºltimos dí­as desde su entrada triunfal en la ciudad de Jerusalén, para los católicos el Domingo de Ramos es el primer dí­a de la Semana Santa.

La semana santa comienza con el Domingo de Ramos de la Pasión Señor, que une el triunfo de Cristo (aclamado como Mesí­as por los habitantes de Jerusalén y hoy en el rito de la procesión de las palmas por los católicos) y el anuncio de la pasión, con la proclamación de la narración litíºrgica en la Misa. El color litíºrgico del Domingo de Ramos es el rojo debido a que se celebra la Pasión del Señor.

Los ramos no son algo así­ como un talismán o un simple objeto bendito, sino el signo de la participación gozosa en el rito procesional, expresión de la fe de la Iglesia en Cristo, Mesí­as y Señor, que va hacia la muerte para la salvación de todos los hombres. Por eso, este domingo tiene un doble carácter, de gloria y de sufrimiento, que es lo propio del Misterio Pascual.

Los dí­as que van hasta el Jueves Santo pertenecen al tiempo cuaresmal, pero están caracterizados por los íºltimos acontecimientos de la vida del Señor, con exclusión de otras celebraciones.

En la mañana del Jueves Santo (o en otro dí­a cercano), el obispo celebra, junto con su presbiterio, la Misa Crismal o de los Santos Oleos, en la que se bendicen los óleos que se usarán para la celebración de los sacramentos.

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