Altamira, Tamaulipas.-De dos semanas de la fecha vendedores de artículos religiosos han reportado una disminución en sus ventas, algunos aseguran hasta en un 80%.
Marcelina Vázquez Rodríguez, quién desde hace varios años ocupa un espacio afuera de la parroquia Santiago apóstol señala que jamás en una semana santa se había vivido un escenario como éste, las calles vacías y negocios cerrados.
Revela que en Altamira se vive un ambiente de temor ocasionado por la enfermedad del coronavirus que fácilmente se puede transmitir entre las personas lo que ha generado que nadie salga a las calles y por consiguiente las bajas ventas.
Menciona qué comparación de Semana Santa en años anteriores hoy en día los ingresos se redujeron a su máxima expresión lo que se traduce en una crisis económica de la que difícilmente podrá salir adelante.