Vacuna COVID-19 no finaliza pandemia

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    Nadie queda protegido de un virus inmediatamente después de haber recibido una vacuna. A menos que la inmunización contra el nuevo coronavirus esté desarrollada con un novedoso mecanismo de acción que inhiba al SARS COV2 al momento de que entre al organismo, el tan esperado antí­doto tendrá que cursar un perí­odo de ventana para lograr el efecto preventivo.

    Por solo citar un ejemplo, el Gobierno de la Ciudad de México se prepara para iniciar la campaña de vacunación contra la influenza, medida preventiva de salud píºblica que por lo general inicia al finalizar el verano. Especialistas han explicado que la vacuna se suministra a principios del otoño a fin de que el tratamiento biológico tenga el tiempo suficiente para fortalecer al sistema inmune y que éste sea capaz de repeler a algunos tipos de influenza. Si la vacuna contra la influenza se suministra de dos a tres meses antes de que inicie la época aguda del invierno, quizás es probable que el biológico contra el COVID-19 también necesite de un periodo de desarrollo para para habilitar a las células defensoras del cuerpo humano.

    Hasta que las autoridades sanitarias provean la información suficiente y puntual para entender cómo y en qué tiempo la vacuna contra el COVID-19 tendrá efecto en el organismo humano, cualquier teorí­a, cálculo e hipótesis en relación al fin de la pandemia será mera especulación.

    Mientras está lista la vacuna contra el COVID-19, lo idóneo es que la población continíºe haciéndose el hábito de proteger la entrada de las ví­as respiratorias con cubreboca y mascarilla, así­ como lavar y desinfectarse las manos varias veces al dí­a. El distanciamiento social podrí­a haber sido otra opción, sin embargo ante los resultados actuales, ”505 mil 751 mexicanos infectados y 55 mil 293 defunciones”, resulta necesario fortalecer las medidas de prevención, a fin de cuantificar y contener la propagación de casos.

    En este sentido, cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud manifestó la importancia de realizar pruebas masivas de biologí­a molecular para detectar casos de personas que portan el virus y así­ poder aislarlas evitando la expansión de la enfermedad. Esto se debe a que la mayorí­a de los infectados son portadores asintomáticos que no saben que tienen el virus y continíºan su vida pensando que están sanos, hecho que incrementa el riesgo de contagio entre su comunidad. De acuerdo con la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del COVID-19 de la UNAM, una persona infectada con el virus SARS COV 2 puede contagiar a 2.5 individuos más, lo que al cabo de un mes podrí­a generar hasta 206 nuevos casos.

    Dimensionando el problema. Desde que inicio la pandemia, biólogos especializados en pruebas moleculares advirtieron la necesidad de implementar a gran escala este tipo de estudios para identificar a la población infectada, lo cual hubiera permitido brindarles atención antes de que se presentaran las complicaciones del COVID- 19 en fases avanzadas.

    Conforme fue avanzando la pandemia, también se anunció la necesidad de implementar pruebas que identificaran a las personas que son portadoras e inmunes al SARS COV 2, estrategias con las que se podrí­a haber dimensionado de manera puntual y precisa el volumen nacional de las personas afectadas. Al tratarse de una pandemia, y no de un problema local, tanto los insumos como el recurso humano calificado para la aplicación de este tipo de pruebas tardó algunas semanas para que estuvieran disponibles al píºblico mexicano.

    En este sentido, Juan Carlos Ordoñez, director general de Salud Digna, comentó que esta institución habilitó dos laboratorios de biologí­a molecular que fueron diseñados exclusivamente para atender la emergencia de la pandemia, por lo que estas unidades solo procesan pruebas moleculares de SARS COV2. Agregó que estos laboratorios trabajan con apego a la normativa sanitaria y bajo la regulación del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE).

    Agregó que Salud Digna se posicionó en las ciudades más afectadas por níºmeros de contagios del paí­s, por lo que al dí­a de hoy cuentan con más de 40 unidades de toma de muestras que están a un costado de las clí­nicas. œAl dí­a estamos atendiendo a más de 4 mil paciente, esto nos permite procesar ya más de 300 mil pruebas diagnósticas de COVID-19, lo cual nos ubica como la principal red de diagnóstico de esta enfermedad, solo después de las instituciones oficiales del Gobierno.

    En otro orden de ideas, el director general de Salud Digna explicó que como resultado de una alianza internacional con algunos de sus principales proveedores (Roche, Thermo Fisher Scientific y BioRad), logró negociar el precio de los insumos y equipamiento requerido para lograr un precio competitivo y que esté al alcance de la población en época de pandemia. œEn beneficio del bolsillo de las familias mexicanas la prueba molecular tiene un precio de mil 300 pesos y la de anticuerpos está a 150, apuntó. De esta manera además de que se puede identificar a la persona que esté infectada y con proceso agudo de la enfermedad, también se conocerá a quien ya la cursó y que pueda ser o no un posible foco de infección.

    FUENTE
    https://www.cronica.com.mx/

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